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La lucha de Clara Gozalo y de Alejandro González se librará finalmente en los tribunales. Un juez ha admitido a trámite la demanda de este matrimonio, que tuvo un niño hace poco más de un año, y que reclama que si uno de los padres es dependiente -en este caso ella- el otro pueda disponer de un permiso por nacimiento de hijo más extenso que las 16 semanas establecidas.

El juicio se celebrará el 16 de mayo en el Juzgado de lo Social número 29 de Madrid, si los conflictos laborales que hay en Justicia no lo impiden. La vista ya fue aplazada en una ocasión, para proceder a la ampliación de la demanda. "Finalmente, no solo demandamos al Instituto de la Seguridad Social y a la Tesorería General, sino también a la empresa en la que trabaja Alejandro para que sea consciente de lo que está ocurriendo y de que si hay una sentencia favorable, su trabajador va a tener derecho a disfrutar de otras 16 semanas de permiso, o las que el fallo estime. Por eso consideramos que debía estar presente en el pleito", explica Roberto Mangas, abogado de la pareja.

Clara y Alejandro llevan dos años intentando algo que las familias monoparentales también exigen y que aún tampoco han logrado. Recientemente han recibido dos fuertes varapalos. Uno de ellos se producía con el proyecto de la nueva ley de familias que salió del Consejo de Ministros a finales de marzo. Después de meses en los que se habló de la posibilidad de que las familias con un solo progenitor -mayoritariamente encabezadas por mujeres- pudieran disfrutar de las mismas semanas que las biparentales en su conjunto, finalmente hubo discrepancias en el seno del Gobierno de coalición y el PSOE no cedió ante una de las medidas claves de Podemos.

La norma se encuentra ahora en el Congreso, donde durante su tramitación podría experimentar modificaciones a través de las enmiendas de los diferentes grupos parlamentarios. De hecho, no solo la formación morada aboga por introducir ese derecho. La Cámara dio luz verde en marzo de 2022 a una proposición de ley del PP para aumentar a 26 semanas los permisos de los hogares con un solo progenitor.

El segundo golpe se había producido unas semanas antes, cuando el Tribunal Supremo rechazó que una mujer pudiera acumular el doble de prestación por nacimiento y cuidado de hijo por criarlo sola. "No sabemos si eso nos va a afectar. El nuestro es un tema distinto, pero se le parece. En la ley tampoco se ha hecho ninguna referencia específica al caso en el que uno de los progenitores tenga una dependencia o incapacidad. Igual por ahí tenemos algún resquicio", señala Clara, que sufre una parálisis cerebral.

Desde 2001, esta mujer tiene reconocida una discapacidad física del 85% que va de la mano del grado tres de dependencia, el máximo posible, y de una incapacidad absoluta. Cuando su marido no está, siempre hay una persona con ella que la ayuda. Eso no le impidió sin embargo cursar las carreras de Psicología y de Económicas ni trabajar durante un tiempo de analista financiera. Actualmente da charlas y cursos sobre gestión emocional.

"Por lo menos nos han admitido a trámite la demanda. Ese ya es un paso", continúa al otro lado del teléfono y se siente satisfecha porque al menos la Justicia les vaya a escuchar: "La demanda la presenta Alejandro, como afectado. Pero yo le acompañaré. Iré al juicio para que me vean y constaten que no nos inventamos mi situación. Aunque todo está documentando, evidentemente".

El Tribunal Supremo no ha resuelto el fondo del asunto. Ha tirado la pelota al tejado del legislador

Roberto Mangas reconoce que tanto la decisión política como la judicial no invitan al optimismo, pero no tira la toalla. "El Supremo no ha resuelto el fondo del asunto. Ha lanzado la pelota al tejado del legislador. 'No somos quienes para cambiar una ley', ha dicho. Además, hay un voto particular muy extenso y de hecho, tras conocerse su fallo, un tribunal de Móstoles dio la razón a una madre monomarental", afirma, antes de recordar que los argumentos para defender los intereses de sus clientes siguen siendo los mismos. Entre ellos destacan "el interés superior del menor" y que en este caso hay un familiar con discapacidad "al que no se debe discriminar".

Pese a la sentencia del alto tribunal, ciertamente los jueces venían alineándose con las madres solteras para ampliar sus permisos. Por eso, el abogado piensa seguir presentando demandas. Igualmente, si el magistrado estima a su favor en el caso de Clara y Alejandro, pedirá la ejecución provisional de la resolución: "Por desgracia ya ha pasado el tiempo y su hijo ya no es menor de un año, pero sería un permiso al que tendría derecho. Tendría que disfrutar de esas 16 semanas más, o de las que el juzgado estime".

Clara sabe que, en tiempo, el fallo favorable llegaría tarde, pero espera que su lucha sirva para que otras parejas que pasen por la misma situación puedan echar mano de ese precedente. Y si la decisión judicial es desfavorable lo tiene claro: "Recurriremos".