Govern. El Ejecutivo balear pretende ayudar a los proveedores con los que tiene deudas pendientes - Archivo

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El Govern aliviará los problemas derivados de la falta de liquidez que sufren sus proveedores a causa de la gran cantidad de impagos que acumula el Ejecutivo balear. Lo hará sin abonar las facturas. La alternativa es ofrecer una línea extraordinaria de financiación para estas empresas, cuyo montante total asciende a 30 millones de euros.

La acción se llevará a cabo mediante la sociedad de garantía recíproca ISBA y beneficiará a pequeñas y medianas empresas, proveedores tanto del Govern como del IB-Salut, con derechos de cobro reconocidos, expedidos y pendientes de pago en la Tesorería General anteriores al 31 de diciembre de 2011, y siempre que no correspondan a operaciones onerosas. El Govern estima que se podrán beneficiar de esta línea de financiación hasta 600 sociedades de las Islas.

De este modo, las pequeñas y medianas empresas que tienen problemas de líquido por los impagos del Govern obtendrán dinero contante y sonante de forma inmediata y con un interés por debajo de los porcentajes que mueve en estos momentos el mercado financiero. Los intereses estarán subvencionados por el propio Ejecutivo balear.

La línea de créditos se formalizará mediante operaciones que contarán con el aval del ISBA, la Sociedad de Garantía Recíproca y el reaval de la Compañía Española de Refinanciación. Además las obligaciones reconocidas por el Govern constituirán la base para la concesión del aval, sin que a las empresas se les requieran garantías complementarias.

Los créditos a solicitar pueden alcanzar un importe máximo de 150.000 euros, en calidad de préstamo o póliza de crédito con vencimiento a tres años. El ISBA será la entidad encargada de estudiar las peticiones y autorizarlas en función de la viabilidad de las empresas, atendiendo a los criterios que maneja el instituto crediticio.

El Govern estima que todas las partes salen beneficiadas con el sistema. Incluso las entidades de crédito ven como se diversifica el riesgo de su capital prestado, al tiempo que se solucionan los problemas con clientes que no podían devolver créditos anteriores precisamente por no disponer del dinero que les adeuda el Govern, asumiendo nuevos préstamos pero que en este caso van avalados por el ISBA. Así, se reduce el nivel de riesgo lo que permite a las financieras llevar a cabo operaciones por importes superiores con otras empresas.

Por su parte, la Comunidad Autónoma se dota de un instrumento que puede llegar a ser recurrente, adicional a los métodos de financiación tradicionales, con liquidez inmediata en el sistema y que repercute en una mejor capacidad de disponer de dinero para el propio Govern.

Al comentar la medida, el portavoz del Govern, Rafael Bosch, ha reconocido que en un año no se podrá hacer frente al pago de la totalidad de las facturas que mantiene pendientes con sus proveedores, que rondan los 1.000 millones de euros, por lo que ha precisado que habrá que negociar con las empresas para establecer calendarios de pago.