Un corazón hecho con velas a las puertas de Son Espases en homenaje a los fallecidos por el coronavirus en Baleares.

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Baleares tiene 1.069 personas contagiadas con coronavirus, lo que supone 69 más que este lunes, según la información de última hora que ha sido facilitada este martes por el Ministerio de Sanidad. De este modo, se rompe la tendencia de a la baja en el número de casos. Cabe recordar que este lunes se contabilizaron 42 nuevos casos de COVID-19.

Por su parte, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) hay 85 pacientes, mientras que 111 ya se han curado de la COVID-19. El número de fallecidos facilitado por el Ministerio es de 46, seis más que ayer.

Por su parte, el Govern ha precisado en un comunicado que cinco nuevos fallecidos corresponde al período comprendido entre los días 27 y 29 de marzo, que no habían podido ser certificados hasta la fecha. Aún se desconoce si durante este lunes murieron más pacientes con COVID-19. El sexto, ha fallecido este lunes en Menorca.

En concreto, el pasado 27 de marzo fallecieron una mujer de cerca de 90 años en el hospital de Son Llàtzer y un hombre de unos 95 años en el hospital Sant Joan de Déu. Por su parte, el día 28 de marzo murieron una mujer de cerca de 95 años en Son Llàtzer y un hombre de más de 80 años en Sant Joan de Déu. En este último centro también falleció un hombre de más de 65 años el día 29 de marzo. Todos ellos tenían coronavirus y todas ellas tenían patologías previas.

España alcanza la cifra máxima de fallecidos en un día con 849

El portavoz del comité autonómico del coronavirus (orthocoronavirinae), el doctor Javier Arranz, ya advirtió este lunes que era previsible que pudieran producirse nuevos incrementos de contagios, aunque la tendencia sea a la baja, ya que la epidemia se superará en forma de sierra, es decir, con subidas y bajadas. En este sentido, el Govern espera que esta semana haya menos nuevos casos de contagios de coronavirus en Baleares.

La evolución del número de nuevos contagios en la última semana pone de manifiesto esta teoría, ya que el incremento de nuevos casos del lunes al martes de la semana pasada fue del 19, 5 %; un 17,5 % del martes al miércoles; el 17,4 % entre el jueves y el viernes; del viernes al sábado un 14,3 %; el domingo un 11,1 %; y el lunes un 4,3 %. Este martes, el aumento ha sido del 6,9 %.

Arranz ha destacado que la incidencia del coronavirus es de 85 personas por cada 100.000 habitantes, por lo que la Isla sigue en la parte baja de contagios.

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Arranz ha precisado que el número de profesionales sanitarios contagiados es de 175. Por su parte, ha sido necesario cerrar la residencia de la tercera edad Elena, ya que 24 de sus 26 usuarios tienen COVID-19; los dos libres de coronavirus han sido trasladados a la residencia pública de Oms-Sant Miquel.

Arranz ha precisado que algunos familiares se han llevado a sus casas usuarios de las residencias que no tienen coronavirus para evitar posibles contagios.

Preguntado por la posibilidad de que Baleares pueda acoger a pacientes de otras comunidades, se ha mostrado dispuesto a colaborar, aunque ha señalado que aún no se ha solicitado esta ayuda.

Respecto a los enfermos trasladados al hotel del Palacio de Congresos, ya han sido trasladados cuatro pacientes ingresados en Son Llàtzer; no son pacientes graves, tienen autonomía propia y serán trasladados para continuar el aislamiento. Se trata de personas vulnerables que tienen dificultades para poder garantizar el aislamiento.

En cuanto al material sanitario, ya se están repartiendo a los hospitales, atención primaria y residencias las 17,6 toneladas que llegaron este lunes a la Isla. El Govern está a la espera de recibir más material. Además, se está analizando el material que se alguna empresas han ofrecido al Govern, ya que se tiene que comprobar la calidad del mismo.

Arranz ha reconocido problemas de existencia de algunos medicamentos, anestésicos y medicamentos más concretas de las UCIs, y ha explicado que están buscando stocks de reservas que se puedan tener.

En relación a las pruebas rápidas, se está valorando a quiénes se harán y una de las posibilidades sería enviarlas a los ayuntamientos. Arranz ha reconocido que practicarlas al personal sanitario y fuerzas de seguridad daría mucha tranquilidad a estos profesionales.