Francina Armengol, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves.

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La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha advertido este jueves que si aumentan los contagios de COVID-19 volverán a incrementar las restricciones de manera inmediata. «Si hay repuntes tenemos el acuerdo de la Mesa de Diálogo de inmediatamente volver atrás», ha declarado.

En este sentido, ha explicado que «las medidas de desescalada serán lentas, las de restricción serán inmediatas». El objetivo es reducir los contagios lo máximo posible par salvar vidas y garantizar la temporada turística. La jefa del Ejecutivo ha justificado esta postura debido a la amenaza que representa la cepa británica, ya que es mucho más contagiosa. En este sentido, ha puesto como ejemplo que si en una reunión de cinco personas había una persona contagiada se contagiaba una más, pero con la variante británica lo hacen todos.

No obstante, ha explicado que «si la situación sanitaria sigue controlada y mejora, obviamente podremos ir relajar más derechos de la ciudadanía, que creo que es muy importante», ha manifestado. «Si hay una buena situación sanitaria podremos ir reconquistando más derechos y también podremos tener más actividad económica».

Sin embargo, ha insistido en que «si repuntamos la toma de decisiones será inmediata de volver atrás y eso es muy importante que lo tengamos todos claro». «Con la variante británica en muy pocos días las curvas se disparan muchísimo, bajarla cuesta muchos días».

Armengol se ha mostrado convencida de que la ciudadanía cumplirá para poder mejorar la situación sanitaria.

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La presidenta del Govern ha reconocido que Baleares es una de las comunidades autónomas que tiene restricciones más duras y las ha comparado con países como Alemania. «Los datos mejoran pero el virus no ha desaparecido. Necesitamos un esfuerzo: medidas rigurosas y restrictivas, como aplican Alemania, Francia o el Reino Unido. La cepa británica y la proximidad de la temporada nos obligan a extremas las precauciones y evitar una cuarta ola».

Aunque ha reconocido los sacrificios de la ciudadanía durante todos estos meses de restricciones, ha pedido «un esfuerzo más que tiene que marcar la diferencia de una vez por todas», puesto que «en las próximas semanas nos jugamos el resto del año, nos jugamos centenares de vidas y nos jugamos la recuperación de nuestras libertades, nuestra prosperidad, nuestra economía y nuestra ocupación».

La presidenta ha reiterado que están planteando una desescalada lenta, rigurosa y prudente.