Hace más de un año se realizaron dos circuitos en cada centro de salud, el de respiratorios y el del resto, para evitar contacto entre ambos tipos de pacientes.

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El lunes que viene empieza la desescalada en los centros de salud y si bien hasta ahora los usuarios debían llamar previamente para recibir una consulta telefónica, ya podrán pedir de forma directa una cita presencial. La medida se aplicará al 100 % en Menorca e Ibiza, si bien en Mallorca será progresivo. El pasado viernes se reunió el Consejo de Gestión de los coordinadores de centros de salud en el salón de actos de Son Llàtzer y éste fue precisamente el primer punto del orden del día.

La Gerencia de Atención Primaria de Mallorca pidió que las agendas de los profesionales vuelvan a abrirse a la población con un incremento de las visitas presenciales. Se da un margen para reelaborar dichas agendas de entre el 17 y el 31 de mayo, si bien desde el IB-Salut prefieren no concretar fechas porque todo depende de la idiosincrasia de cada centro.

Esta semana se remitirá a los interesados una instrucción para facilitar la implementación. Se pretende que en las agendas de cada facultativo haya al menos un 60 % de consultas presenciales y un 80 % en la de las de enfermería.

De esta manera, a partir del lunes, si un usuario quiere pedir cita en su centro de salud tendrá tres vías. La primera es la telemática, a través del portal de paciente, donde podrá ver la disponibilidad de su centro y seleccionar la consulta. Otra vía será la telefónica, llamando al centro de salud, en este caso se le ofrecerá una consulta por teléfono por si puede resolverse su problemática o si lo prefiere ya se le apuntará para ir de forma presencial, sin tener que esperar la llamada previa de su médico o enfermera de cabecera. La tercera, que seguirá el mismo procedimiento, es si el interesado se acerca a admisión.

En los tres casos se hará un cuestionario previo por si el paciente tiene sintomatología compatible con la COVID o ha sido contacto estrecho de algún enfermo. Y ésta será la primera excepción, este tipo de usuarios sí tendrán que esperar a que se les llame y le den indicaciones, ya sea acudir al centro por la consulta de pacientes respiratorios o bien se le atiende a domicilio.

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La idea ahora es que no se vaya al centro con patologías respiratorias o cuando no sea necesario como cuando se trata de hacer trámites burocráticos. Y para aquellos que quieran ver a su médico o enfermera, que dejen de dilatarse los trámites para hacerlo de forma presencial.

Un año al teléfono

Y es que los hay que recuerdan que en pleno confinamiento de la primera ola volvieron a abrirse las consultas externas de los hospitales, sin embargo en los centros de salud se mantuvieron los cribados telefónicos.

La consellera responsable, Patricia Gómez, ha explicado en diversas ocasiones que la decisión quería salvaguardar a los pacientes para que no se aglomeraran en las salas de espera de Atención Primaria. Sin embargo, los cúmulos de gente se han empezado a ver en las Urgencias, lo que podía resultar contradictorio. «Es un balance difícil», reconoció Gómez en su día.

El cribado telefónico que se impuso en marzo del año pasado se hizo por causas sobrevenidas y el sistema no estaba preparado. Así, muchos especialistas de Atención Primaria se han visto desbordados por tener que pasar consulta sin tener ni las bases de datos actualizadas, ni los dispositivos adecuados lo que, a su vez, repercutía en la atención al usuario. Al final había profesionales saturados duplicando consultas y pacientes enfadados por la dificultad de acceso al sistema. El mismo presidente del Col·legi de Metges, José Manuel Valverde, médico en Martí Serra de Marratxí, ha contado en diversas ocasiones como optó por llamar a sus pacientes desde su móvil personal sin tener en cuenta el coste añadido de la factura a final de mes.

IB-Salut tomó nota de las carencias y se encuentra en pleno proceso de renovación informática y de telefonía. Si bien se adquirieron más líneas, ahora también se está cambiando el sistema porque la telemedicina, del todo, no va a desaparecer.