Control para los empresarios. Los empresarios de la restauración son los encargados de vigilar que todos los clientes que entran en el establecimiento tienen el pasaporte. La responsabilidad en caso de incumplimiento es suya. | miquel a. canellas

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Cafeterías y bares tendrán al menos dos semanas de plazo para no tener que exigir el certificado COVID a sus clientes. El Govern no rectificará la resolución que obliga a presentar este documento en restaurantes de más de 50 comensales, pero no en los bares y cafeterías con este mismo aforo, a pesar de que esa era su intención inicial. La redacción de la resolución que se envió al Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears habla de «establecimientos de restauración», un categoría jurídica en la que no están incluidos bares y cafeterías aunque tengan servicio de comidas. El TSJIB dio el visto bueno a esta resolución y el Govern ha preferido que los bares queden fuera antes de adoptar una prohibición sobre la que no hay autorización de los jueces. Tampoco quiere cambiar por ahora el acuerdo ya que ello le obligaría a volver a pedir permiso al alto tribunal balear.

En el Govern reconocen que la intención era que la medida afectara a restaurantes, bares y cafeterías con un aforo superior a 50 personas ya que consideran que supone una concentración de riesgo. Sin embargo, también aseguran que los bares y cafeterías de más de 50 personas en los que se debería exigir el certificado son una minoría, especialmente en Palma, donde la mayor parte de estos establecimientos tiene un aforo muy inferior.
En la Part Forana sí hay locales de mayores dimensiones, pero muy difícilmente se llenan y completan el aforo. Fuentes del Govern señalan que la inmensa mayoría de estos bares que no completan su aforo están atendidos en exclusiva por el dueño, sin camareros que le ayuden, por lo que resulta un problema añadido atender el bar y controlar, al mismo tiempo, que los clientes disponen del certificado. El Govern dejará de momento esta excepción para bares y cafeterías a la espera de ver cómo funciona la norma. Si se comprueba que se dan excesos en algunos de estos establecimientos, se actuará con todas las medidas de que dispone el Ejecutivo, incluidas las multas al propietario del establecimiento que ya están en vigor dentro de la normativa contra la COVID-19.

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La exención de pasaporte COVID para bares y cafeterías estará en vigor al menos dos semanas más y se cambiará o no en función de cómo evolucione la pandemia durante este periodo. El Govern sí reconoce que estos vaivenes han podido generar cierta confusión entre los propietarios de los establecimientos tipo bar y cafetería, que ya solicitaron el pasaporte el pasado sábado sin tener que hacerlo. Alfonso Robledo, de CAEB-Restauración, también lamentó esta confusión y el desconcierto que ha provocado entre los empresarios del sector, si bien opinó que es una buena noticia que los bares y cafeterías no se vean afectados por estas restricciones de entrada. Recordó que su asociación negoció con el Govern la puesta en marcha del certificado COVID y ya se consiguió que solo afectara a los que tienen un aforo superior a las 50 personas.

A pesar de las dudas iniciales sobre la exigencia de este documento para poder entrar en los restaurantes, durante el primer fin de semana de implantación no se han producido problemas destacables.