La presidenta del Govern, Marga Prohens, en su escaño con el programa electoral del PP. | Jaume Morey

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El Govern se prepara para dar la batalla ante Pedro Sánchez. El Ejecutivo de Marga Prohens ha iniciado una ofensiva para plantear las principales reivindicaciones de los distintos departamentos. La presidenta ya ha enviado una carta al reelecto jefe del Ejecutivo, los consellers han formalizado una petición de reunión bilateral con todos los ministros y el Govern tiene cerrado un dossier con las principales exigencia que se plantearán desde las Islas. No parece que vaya a ser una legislatura fácil por la diferencia de color político entre ambas administraciones. Tampoco ayuda la situación de tensión política que se ha instalado en el Congreso y en el Parlament.

Difícil cohabitación

Tanto el PP como el PSIB creen que esta cohabitación será difícil. La cohabitación es el termino que se aplicó en Francia cuando tocó convivir a políticos de ideologías opuestas como François Mitterand y Jacques Chirac, uno en la presidencia de la República y el otro en el Gobierno. En el caso de esa cohabitación entre Balears y Madrid, la necesidad de abrir ya el debate sobre la financiación autonómica está en la base de las reclamaciones. El Govern quiere que se tenga en cuenta la ordinalidad, que se respete la autonomía tributaria y que se tenga en cuenta el crecimiento de la población y el alto coste de vida que hay en las islas frente a otras comunidades. En esencia, son demandas muy parecidas a las del anterior Govern. La novedad está en la exigencia de que el REB no caduque sino que se actualice, y pide que se apruebe de una vez el reglamento que lo desarrolla.

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imagen de los nuevos ministros del Gobierno de Sánchez.

El tema sustancial sobre el que después gravitan todas las demandas tiene que ver con la financiación de las competencias. El Govern reclama a Madrid dinero para poder realizar sus políticas y esta exigencia se concreta en peticiones de fondos para financiar zonas turísticas, más dinero para construir líneas de tren y mejorar la red de carreteras, transporte público gratuito, financiación de la red de educación de 0 a 3 años o financiación para la creación de una Escuela de Seguridad Pública de Balears, un proyecto que se quiere poner en marcha en los antiguos cuarteles de Son Banya y cuyo coste ronda los 17 millones de euros.

Demandas específicas

Pero también hay demandas muy específicas, entre ellas las de la Conselleria d’Empresa. Pide ayudas para la formación, apoyo a los fijos discontinuos y una cierta flexibilidad a la hora de cumplir los plazos de implantación de energía renovable que fija la ley de cambio climático. Además de peticiones de vuelo amplio, como las relativas a la financiación, el Govern de Marga Prohens también entra el detalle y tiene un listado de peticiones muy concretas. En materia de sanidad, por ejemplo, se pide mantener la integridad del MIR, desbloquear la ley ELA para garantizar la atención a más de 4.000 personas que sufren esta enfermedad, suprimir la nota de corte del MIR y modificar el sistema de elección de plazas, además de una oferta pública adicional de 1.000 plazas más. También se reclama financiación para el plan de salud mental. En esencia, el Govern cree que urge poner en marcha cuanto antes estas y otras medidas para solucionar el déficit de profesionales sanitarios, además de un conjunto de tareas para mejorar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud.

Además de la financiación de la gratuidad en la educación de 0 a 3 años, la Conselleria d’Educació pide ayudas para la FP, para que el 10 % de las cotizaciones de los estudiantes que hagan prácticas no lo tengan que pagar las empresas sino el Gobierno. Mientras tanto, lo pagará el Govern ya que considera que será difícil que las empresas quieran alumnos en prácticas y además asumir costes. La Conselleria del Mar pide una regulación de las motos acuáticas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la de Agricultura solicita un plan de pesca específico para Balears, más ayudas para el control de especies invasoras y que no haya intromisión en la competencia sobre la posidonia.