Calor. El sol que reinó el miércoles castigó a los corredores que necesitaron agua - Suso Pieres

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El Camí Reial de Ferreries disfrutó el miércoles de su día. El popular trazado, recuperado gracias a la labor voluntaria de la Cruz Roja y los vecinos del pueblo hace once años acogió la décima edición de una de las carreras más exigentes de la isla con 10.200 metros en los que vencieron cómodamente los atletas del Intersport Menorca Atletisme, Andrés Pulido y Sara Herráiz por delante de 176 atletas de todas las categorías.
Pulido paró el crono en 38'46'', por delante de David Pérez, del Lo Sport (38'54'') y del Rubén Bobillo, del A.Palliser-Sant Lluís (39'00''), mientras que Herráiz lo hizo en la categoría femenina en 47'00'', seguida por Marina Bagur (49'27'') y Nuria Sbert (50'52'').
calor pero buen ambiente

Lució un sol de justicia que asfixió a más de un corredor, sobre todo en la exigente cuesta del 'lloc' de Bini Atrum. El trazado salió de la plaza Espanya de Ferreries hasta dar con el camino, combinando asfalto y tierra, y regresó al centro del pueblo, donde se concentró un nutrido grupo de personas para festejar la llegada a meta de cada uno de los 146 atletas que compitieron en la categoría absoluta, donde hubo varios turistas franceses y alemanes que desconocían la existencia de la carrera y se animaron a correr.

A parte de la competición sénior, también hubo dos carreras para los más pequeños. En benjamín, Miquel Arranza y Naila López fueron los más rápidos en recorrer los 500 metros ideados para los más pequeños, mientras que en infantil, los más veloces fueron Josep Enrich y Llucia Allés, que cubrieron los 900 metros.

Tras la competición, los organizadores, Creu Rotja de Ferreries y el Intersport Menorca Atletisme invitaron a los participantes a un ágape y repartieron un obsequio para todos los corredores que consistía en un libro editado por los propios integrantes de la Cruz Roja de Ferreries en el que se explican los diferentes predios que existen en el término municipal ferrerienc.