jiménez. El base, en un partido de la pasada temporada con su último equipo, el Melilla Baloncesto - el faro

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El Menorca Bàsquet cerró ayer la contratación de un nuevo jugador para la próxima temporada. Se trata del base Jorge Jiménez, que ha militado las dos últimas temporadas en el Melilla y que se ha comprometido con el cuadro insular por una campaña, convirtiéndose en el quinto refuerzo tras los de Dani Pérez, Oliver Arteaga, David Navarro y Romà Bas. A ellos hay que sumar la renovación del capitán, Urko Otegi, por lo que la plantilla poco a poco va adquiriendo la forma definitiva.

El jugador madrileño, de 30 años y 182 centímetros, se formó en las categorías inferiores del Estudiantes, equipo con el que debutó en liga EBA (1999-2001), antes de recalar en el Peñas CAI Huesca (2001-2004), Aguas de Valencia (2004-2008), conjunto con el que jugó en LEB 2 y LEB Oro, CB Illescas Urban (2008/09), Gandia Bàsquet (2008/09) y Melilla (2009-2011), estos tres últimos en LEB Oro. Con la formación norteafricana le arrebató además la Copa Príncipe al Menorca Bàsquet hace dos temporadas, con ocho puntos, siete asistencias y dos recuperaciones suyas en 28 minutos en pista.

A Jiménez, una de las opciones que manejaba la dirección deportiva para reforzar el puesto de base aunque no era la primera, se le ha calificado siempre como un destacado director de juego, considerado uno de los mejores bases de las competiciones Adecco. Es veloz en las transiciones y tiene capacidad para leer el juego y hacer llegar el balón en situaciones ventajosas a sus compañeros. De echo, ya fue el mejor pasador de la LEB-2 con una media de entre cinco y seis asistencias por partido.

Por otra parte tiene talento, es capaz de anotar en rápidas penetraciones o haciendo uso de su buena mano. En la pista es listo y tiene una capacidad innata para sacar muchas faltas al equipo rival. En defensa es especialista en pegarse a su par y, gracias a sus manos rápidas, robar el balón. A partir del 10 de agosto se pondrá a las órdenes del técnico, Josep María Berrocal, y luchará por hacerse con el puesto de base titular junto al otro jugador fichado para ese cometido, el catalán Dani Pérez.

Por último, hay que resaltar que la trayectoria del director de juego madrileño es de pendiente contraria a su talento innato como jugador. La LEB no llamó a su puerta hasta los 25 años, pese a sus innegables condiciones para hacer mejores a los demás jugadores. Sin embargo, desde entonces ha firmado cinco temporadas que se han caracterizado por la regularidad y el reparto de asistencias, lo que le ha colocado entre los mejores pasadores de la competición.