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Con los tiempos que corren, cada vez son más los clubes deportivos que no cumplen económicamente y que obligan a los jugadores a hacer un sobreesfuerzo para no dejar a un lado la competición y mantener un nivel de resultados. Los casos conocidos en LEB Oro son los el Mallorca, sin duda el más grave, el del Granada y el del Girona. El equipo catalán, que lleva cuatro temporadas consecutivas acabando en Play Off en LEB Oro, lleva sin pagar a sus jugadores tres meses, octubre, noviembre y enero, y cuatro a los empleados y técnicos. Este aspecto negativo, lejos de repercutir en el rendimiento del grupo, ha despertado el carácter y el profesionalismo de la plantilla aunque si la situación no cambia en las próximas semanas es muy probable que antes del 1 de marzo se produzca una desbandada de jugadores por antes de que se cierre el plazo de fichajes.

Deportivamente, el proyecto que lidera el exjugador laureado Zan Tabak gira en torno al base Nacho Ordín y el veteranísimo Darryl Middleton, que está en un gran momento de forma con 10,7 puntos, 5,6 rebotes y una valoración de 13,2. El director de juego se ha visto beneficiado con la llegada de su homólogo Jordi Vallmajó, que da más libertad a Ordín para jugar de escolta y ser más incisivo (lleva más de 12 puntos de media por partido). Estratégicamente es un equipo muy similar al Menorca, con mucho peso en el juego interior, encargado de martillear el aro rival con canastas fáciles, que no acostumbra a encajar muchos puntos (77,6 de media) y que ante una defensa eficaz acude con éxito a sus tiradores más peligrosos Ordín, Sergi Pino, el pívot Rolands Freimanis y el ex del Menorca Bàsquet, Marc Fernández.

A nivel institucional, el club se encuentra en un estado preocupante. Debe tres mensualidades a la mayoría de jugadores -La plantilla acordó que se pagara una de más a los americanos porque no tenían recursos- y cuatro a los empleados y técnicos. El club tuvo que utilizar el aval que le dio la Diputación de Girona la temporada pasada y esta, para competir, fue el Ayuntamiento el que avaló con algo más de 200.000 euros, pero el Consistorio ya se teme que el club deberá acudir a esa ayuda este curso por lo que peligra seriamente la continuidad en LEB Oro.

El principal patrocinador, el Girona Fútbol Club, no está por la labor de pagar mucho dinero y la incapacidad del club para generar recursos hace temer el peor de los futuros para el equipo.