El Sant Lluís de EBA sí que podrá jugar este fin de semana: vendrá un colectivo arbitral de fuera de la Isla | R.D.

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Diálogo y sorpresa. Son los dos términos que más abundan en el barrido realizado por este diario entre los diversos segmentos del baloncesto insular e incluso balear a los que se ha pulsado sobre la polémica huelga convocada por los árbitros de baloncesto de la Isla, y que dejará la misma sin partidos durante el fin de semana (excepto algún caso puntual, como el Sant Lluís de liga EBA, que contará un equipo arbitral foráneo, a instancias de la Balear para evitar lío con la Española).

La muestra, en la que han declinado participar el CB Ferreries y los representantes del colectivo arbitral de Menorca, alude a la necesidad de dialogar para alcanzar una entente mediante la que desbloquear una situación que no hace sino perjudicar los intereses del basket menorquín –incluso ha propiciado la dimisión del delegado en la Isla de la Federació, Antoni Sánchez, que de momento no ha sido aceptada en Palma; tampoco Sánchez ha querido pronunciarse–, tanto como de inesperada, sorprendente e incorrecta califican algunos la decisión.
La mayoría de los preguntados coincide en que el respeto a los árbitros debe ser «una premisa», pero también consideran que su determinación, desmedida en función de los acontecimientos, es un trastazo a todo el entramado del basket local. Manel Bonmatí recuerda que desde su llegada al CB Ciutadella, el trato a los jueces es «siempre correcto», por lo que se siente claramente afectado por una coyuntura no alimentada desde su club.

También desde Ciutadella, el presidente del Boscos anota la necesidad de corregir «ciertas actitudes», aunque conviene a que el parón es de los más inoportuno, «incorrecto».

Carre, el presidente de La Salle, Vanrell, su homónimo del Pinta B Es Castell, Franco del Alcázar, y Sintes del Jovent, coinciden en que urge «conversar» y aproximar extremos, no sucumbir a incrementarlos, parecer compartido por el coordinador del Sant Lluís, Joan Martínez, y Susana Mora (junto a Franco, los más contundente en su defensa a los colegiados). La consellera de Deportes, asimismo, refiere al ejemplo negativo que este polémico escenario supone para las categorías de formación.

No en vano, Mora muestra su preocupación por que la decisión también golpea las ligas escolares –bajo el auspicio del Consell–, de ahí que contactara con el mismo Antoni Sánchez para articular una solución, que obviamente será reubicar los partidos en otro horario y fecha. El punto de paradoja alumbra desde el mundo arbitral. Toni Salas, mandatario del colectivo a nivel balear, expone una defensa a ultranza de los árbitros –si bien trató sin éxito de que no recurrieran al parón–, mientras que el exárbitro Pau Gomila, en su día uno de los jueces más reputados del ámbito autonómico, cataloga de «desproporcionada» la convocatoria de huelga.

Sánchez dimite como delegado de la Federació en Menorca

Antoni Sánchez comunicó a Jaume Estarellas su renuncia al cargo de delegado de la Federació Balear en Menorca, a raíz de la convocatoria del parón arbitral. Un extremo que confirmó a «Es Diari», «mi dimisión la tiene sobre la mesa». Estarellas, en todo caso, le ha convocado a la reunión que promoverá la próxima semana. Una iniciativa que el presidente del Sant Lluís, Rosendo Pons, considera «debería haberse celebrado antes de recurrir a una huelga».

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