Piris disfruta desde el viernes de su nueva residencia en Artà. | V.P.

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Cambio en la jefatura del Club Bàsquet Ferreries. Víctor Piris, presidente hasta el mes de agosto de la entidad radicada en la zona deportiva de Sant Bartomeu, ha entregado el gobierno de la sociedad baloncestística a Martí Barber, miembro de su junta directiva en calidad de vicepresidente.

El relevo en las funciones de mandatario responden al cambio en la trayectoria vital de Piris, quien desde el pasado viernes ha fijado su residencia en la localidad mallorquina de Artà. «Ha sido una decisión difícil de tomar, porque en Menorca lo dejo todo. Empiezo una vida nueva», apunta el directivo, que tomó la decisión a principios del mes de julio, antes del campus que ha dirigido este año Tomàs Jofresa.

Piris trasladó su decisión a los compañeros de la junta directiva, que entendieron y aceptaron el nuevo rumbo emprendido por la persona que sustituyó en el cargo, en enero de 2015, a Xavi Martos. «Ni dos años, es cierto», reconoce, «pero intensos y de mucho trabajo para promover y hacer crecer el interés por el baloncesto de formación en Ferreries».

Veinte meses de trabajo en equipo, «es lo que somos, un grupo en el que cada uno se responsabiliza de una área concreta. La de presidente es una función más que me tocó a mí asumir, pero todos tenemos la misma cuota de importancia en el proyecto».

El impacto más trascendente de la labor de la actual junta se ha detectado en el grupo de iniciación, «la escuela». El club ha pasado de contar con diez practicantes a 45 en la temporada pasada, «un aumento destacado para una población como Ferreries».

Piris incide en los vacíos generacionales y la «competencia» con otras actividades extraescolares, «tenemos tramos de edad con solo un par de jugadores que hay que colocar en categorías superiores para que no se pierdan». Al margen de este aspecto difícil de revetir en un municipio que no alcanza los cinco mil habitantes, «el club ha funcionado deportivamente más o menos bien, tanto con Gaspar Roura y Toni Coca como directores técnicos y Toni Rotger en la coordinación».

En el aspecto menos positivo, el episodio que le convirtió en portada el mes de noviembre de 2015. La inhabilitación por un mes -finalmente fueron diez días- por insultar al colegiado Pedro Campos, según rezaba el acta, en el partido Es Castell-Ferreries (70-65) del día 10 de octubre.

Víctor Piris mantiene, firme, la falsedad de la redacción, «ha sido la parte más dura, ojalá pudiera borrarla de mi cabeza. Trabajas para una entidad sin ánimo de lucro, con toda la ilusión y te involucran en un caso así. En 25 años metido en el mundo del baloncesto jamás tuvo un comportamiento así. Se lo inventaron».

El ya expresidente -aunque formalizar el cambio legalmente requerirá de unos trámites y un tiempo mayor-, en cualquier caso, admite que el colectivo artibral «es una parte superimportante de este deporte. Pero llegar al extremo de una huelga no fue la solución. Todo eso dañó muchísimo la imagen del club».

El suceso enfrió las relaciones con la Federación. De hecho, Víctor Piris se ha despedido de Antoni Sánchez, delegado federativo en la Isla, «por wasap». Y en pleno proceso prelectoral, el directivo ferreriense tiene claro que «hace falta un cambio en la Federación. Por mucha ilusión que tenga, una persona apegada a un cargo durante veinticuatro años acaba por viciarse. Hace falta gente con ganas de cambiar muchísimas cosas. Y parece que la hay».

Y concretamente en Menorca «hay que apostar por un cambio, mirar por los intereses de la Isla. Si no, llevamos camino de transformarnos en otra Eivissa en materia de baloncesto». En esta línea, «la idea del Bàsquet Menorca, de involucrar a todos los clubes y sus aficiones desde la iniciativa de una entidad modesta como el Sant Lluís es una propuesta que me atrae y deseo que vaya todo bien».

La renuncia a la Primera Balear ha sido inevitable, «aunque pueda parecer drástica. Es una tontería jugar una liga en Menorca, a doble vuelta, y que el coste arbitral se corresponda con una Primera Balear. Arbitrajes, fichas, seguros, no se dan cuenta que ahogan la economía de los clubes. Son unos miles de euros difíciles de generar y no queríamos subir las cuotas de los socios».

Relevo

Martí Barber está ya al frente del club, al que se integra en calidad de directivo Tomeu Capó. El nuevo titular del cargo habla de «continuidad. Seguiremos trabajando en la misma línea. Hay que promover nuevas ideas para mejorar la actividad, sobretodo en la base».