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El Hestia Menorca pereció anoche en el umbral del triunfo ante el Bàsquet Girona de Jordi Trias, capaz de embolsarse en Bintaufa su cuarta victoria consecutiva en la competición –pleno sin mácula para el grupo de Quim Costa desde la incorporación del fantástico ala-pívot internacional–, motivando por extensión la segunda decepción seguida, octava de la temporada, del conjunto insular (62-64), que retrocede así al noveno lugar de la clasificación y mitiga con ello cierto margen de calificar entre los seis mejores de la Conferencia Este al término de la primera fase de la competición.

En un partido tenso, sin apenas acciones de velocidad, de poco ritmo y jugado en los aledaños del aro, el Hestia Menorca –que no contó, por causas físicas, ni con Biel Torres ni Fitz White– reiteró en el desenlace que experimentó cuatro días atrás en Murcia. Entonces, como ayer, ligeros detalles declinaron la resolución en su contra, siendo en esta oportunidad el acierto del base catalán Nil Angelats desde el tiro libre en los segundos finales (7/9 en el partido, generando toda esa producción en el último cuarto) la vía por medio de la que el Girona aseguró su victoria (el base convirtió dos ensayos para invertir el guarismo de 62-61 a 62-63 a 12 segundos de la conclusión; e impuso el 62-64 definitivo a un segundo, luego de que Pack malgastara, tras penetración, la última carta del Hestia.

Con antelación a ese taquicárdico final, el partido arrojó diversos capítulos. El inicial, coincidente con el primer cuarto, fue el más funesto del equipo insular, que sobrevivió merced a las prestaciones de Matalí (el mejor elemento local, sumó 8 de los 12 puntos del Hestia en ese parcial, y protagonizó una bella lucha con Trias) y a su defensa –el Girona agotó hasta tres veces la posesión sin encontrar tiro– para evitar una ruptura que prácticamente le habría desactivado (12-22). Pero el equipo de Pagès supo reaccionar. Y remontar. La labor ofensiva se atomizó en el segundo cuarto con la aparición de Adri, Poyatos y Pitu y el electrónico mutó de un 12-24 para Girona al 32-29 con el que alcanzó el descanso. Incluso en el tercer cuarto el Hestia abundó en su más eficaz versión colectiva, que le permitió abrir una brecha de +10 en los estertores de ese periodo (52-42 tras un mate de Jan Orfila; 52-44, cuarto liquidado).

Una gran acción de Pitu para el 54-47 en el cuarto definitivo estableció la última renta de consideración que disfrutó el Hestia. La posterior eliminación de Matalí por personales (la quinta, en ataque, muy rigurosa), los minutos más térmicos del joven Cizmic por el Girona (concedió la primera ventaja catalana tras muchos minutos, 56-58, a 2’50’’) y la referida sobriedad de Angelats desde el 4.60, consumaron la sentencia definitiva (62-64).

El vídeo del partido