El serbio Oliver Stevic, este lunes en Bintalfa, en su primer entrenamiento con el equipo insular | Bàsquet Menorca

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El Hestia Menorca trata de rearmarse. Después de la derrota sufrida el pasado domingo ante el HLA Alicante en la Isla, que es la sexta consecutiva que encaja el equipo insular, que por tanto sigue compartiendo el último lugar de la clasificación junto con Betis y Clavijo (2-9), el club menorquín trata de buscar y aplicar soluciones que permitan revertir una dinámica que no es alarmante en cuanto a cifras (la zona de permanencia sigue estando a un partido de distancia cuando restan prácticamente dos tercios de calendario por consumir), pero que evidentemente sí precisa de un viraje.

En ese orden, fundamentalmente destaca la incorporación esta semana a la dinámica de entrenamientos del equipo de Javi Zamora del pívot serbio Oliver Stevic (Nova Gorica, 1984), desvelada en exclusiva por este diario en su edición de este lunes. Stevic, con amplia experiencia en la ACB (Fuenlabrada, Joventut, Bilbao, San Pablo Burgos, Andorra y Gran Canaria, sus destinos en España) y en el baloncesto continental (Polonia, Turquía, Italia, Alemania, o su país de origen, donde jugó para el Estrella Roja de Belgrado, algunos de los países donde ha jugado en el pasado) ha alcanzado un acuerdo con el club insular para reforzar su dinámica de entrenamientos.

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El francoespañol Tom Digbeu, en acción de bote durante su estreno con el equipo insular | Gemma Andreu

Escenario

En el Menorca entienden que Stevic, que este lunes se entrenó por vez primera con sus nuevos compañeros, y cuyo bagaje no reclama presentación, podrá ayudar, desde su calidad y experiencia, en la rutina diaria del grupo, siendo un elemento que sume. Eso de momento, sin descartar, en absoluto, que el jugador sea dado de alta y termine la temporada con el club menorquín en LEB Oro.

El escenario, en relación al exyugoslavo, es parecido al que se dio durante la temporada pasada con el internacional francés Edwin Jackson o con antelación con el exNBA ucranio ‘Slava’ Kravtsov, jugadores en ese entonces sin equipo y que aterrizaron en Maó con el deseo de recuperar su nivel de la mano de Javi Zamora. Tal y como ha sucedido ahora con Stevic, cuya venida sería imposible de entender sin la presencia del entrenador madrileño en el proyecto.

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Pero la llegada de Stevic, al margen de que termine fichando o no, no es el único efecto revulsivo que aguarda el Hestia Menorca, puesto que la reaparición del escolta norteamericano Eric Demers, que volvió a jugar el pasado domingo ante el HLA Alicante después de dos meses lesionado en la muñeca, y que debe ir a más a medida que se amontonen las jornadas; el regreso de Clevin Hannah, que pidió al club marchar a Estados Unidos por un motivo familiar, lo que abortó su presencia en la cita contra el conjunto alicantino, pero que debe estar contra el Alimerka Oviedo; y el fichaje del francoespañol Tom Digbeu, que debutó el pasado domingo con el cuadro menorquín y puede ser un recurso más que engorde la rotación en el ‘backcourt’, son otros frentes que generan cierta ilusión en Bintalfa.

Como también, lógicamente, la recuperación de Pol Molins tras sus problemas físicos (se perdió la cita contra el San Pablo Burgos por eso), estando también a la espera en ese sentido de la evolución de Víctor Arteaga en lo que concierne a sus problemas de espalda. El pívot conquense lleva cerca de dos semanas en que casi se levanta de la cama para entrenar y jugar, con todo lo que eso condiciona (y resta) en su rendimiento.

Otro factor que permite mantener las expectativas de permanencia intactas, siempre que el equipo recobre su mejor juego, es el tramo de calendario más inmediato que sobreviene. Tras competir, a lo largo de todo noviembre con plazas de pasado ACB, lo que abarcó los mejores equipos de la liga, de aquí a final de año (el último partido de 2023 será el día 30) el Menorca rivalizará, por ese orden, con Oviedo (noveno clasificado) en suelo asturiano; Tizona (séptimo y recién ascendido) en Maó; con el Cantabria de Agustí Sans, décimo cuarto clasificado, en Torrelavega, y con Cáceres (décimo quinto) en Maó. Y su primer partido de 2024, el día de Reyes, será ante el Força Lleida (octavo) en Maó. Obviamente, todos los partidos entrañan su dificultad (de hecho, por algo todos los equipos superan al menorquín en la clasificación), pero a priori, no en la dimensión que ha implicado el último mes de competición.

Y ese es el horizonte más inmediato del Menorca, rearmarse en función de sus posibilidades y mirar al futuro a conciencia de que resta mucha temporada y que aún existe margen de error.

El apunte

«Queda mucha liga, y confiamos en el trabajo que hacemos», dice Alderete

El capitán y uno de los jugadores nacionales más importantes del Hestia Menorca, Diego Alderete, en relación al partido que su equipo perdió el pasado domingo ante el HLA Alicante, admitió que la clave estuvo «en el tercer cuarto», secuencia en que los de la Costa Blanca «nos pasaron por encima». «Nos faltó tensión y eso condicionó el resto del encuentro». Sobre la ausencia de Clevin Hannah, Alderete reconoció que «es un jugador muy importante, pero no podemos depender de un solo hombre para competir, el resto de jugadores tenemos que dar un paso adelante».

Por último, el alero madrileño aboga por «seguir trabajando y seguir creyendo». «Queda mucha liga y nosotros confiamos en el trabajo que hacemos a diario, hay que seguir, y seguro que las cosas irán a mejor», concluyó Alderete.