Un ‘padre’ orgulloso. Federico recuerda con mucho cariño los primeros pasos de ‘su’ Peña Orient - Cris Llufriu

TW
0

Federico Bosch Allés, fundador del Peña Orient Deportivo, recibió el pasado sábado, un emotivo reconocimiento por parte de la Federación Balear, de manos de su presidente Miquel Bestard, desplazado a la isla con motivo de la final de Copa Regional.

El estado de salud y la meteorología, recomendó que se realizara en el Hospital Municipal de Ciutadella, donde reside. Ahí recibió una placa en la que se le reconocía el trabajo hecho durante estos años.

Acompañaron al presidente Bestard a este sencillo pero necesario homenaje, el presidente de la Junta Insular, Virgilio Juaneda, Xec Pons, actual presidente del Orient y Pedro Pons, dirigente de la entidad, a los cuales tanto Federico como su familia, agradecen "el que siempre lo tienen en cuenta", según comentó su hija que le acompaño en el acto.

Federico, de 84 años, a pesar de un estado de salud físico que ya no es el que era, mantiene la agudeza intacta para recordar tiempos pasados. Habla un hombre cuyo bigote, sombrero y gafas oscuras están en la memoria de todos los que hace años que siguen el futbol.

El homenajeado recuerda de los inicios que "en la parroquia de Sant Antoni Maria Claret necesitaban padres para colaborar y yo me ofrecí para encargarme de las excursiones y del deporte, y de ahí surgió el primer grupito de futbol". "Cuando quise federar al equipo, los sacerdotes se oponían porque querían que jugaran todos pero el entrenador me dijo que los chicos prometían, por lo que así lo hicimos", asegura el fundador del Peña Orient.

"Fuimos al alcalde de aquella época a pedirle un campo para nosotros y nos dijo que nos cedía una parcela pero que debíamos construirlo nosotros, y así fue".

Arrancaban los años 80 y solamente se hicieron las paredes que delimitaban la instalación y un pequeño kiosco, "en el que recaudábamos unos 40 o 50 duros de la época". " Poco a poco ya hicimos los vestuarios y demás", rememora Federico. Empezaron con dos equipos, un alevín y otro infantil, y para crear un juvenil, Bosch fue "a buscar un chico de cada barrio, para que jugaran y me decían 'pero yo no sé jugar' y yo les advertía que me daba igual si no lográbamos ningún punto".

La elección del nombre del nuevo club en formación no supuso demasiados quebraderos de cabeza. Federico reconoce que optó por el actual porque vivía en la calle Orient de Ciutadella. Su importancia en la entidad de Son Marçal es clara, ya que pasó por todos los estamentos del club, siendo delegado, actuó dos años como vicepresidente, y fue presidente durante 14 temporadas.

Esta etapa concluyó cuando empezaron las obras del actual campo de Son Marçal porque "creí que 'ses sabates ja m'estaven molt grosses'", admite nostálgico. Bosch se deshace en elogios al ver el actual estado de salud de Peña Orient y está muy contento al comprobar que la labor que él empezó "la lleven tan bien Xec Pons con su directiva. Me dijeron que en la presentación había 450 chicos. Estoy muy contento".

Elogios al equipo de mori

Reconoce que sigue la actualidad parcialmente aunque le sobran elogios para "un equipo (el de Tercera División) en el que sus jugadores juegan sin obtener dinero a cambio, y que tan buena temporada realizan". Su opinión al respecto del equipo es que "me conformo con que se mantengan" y matiza humildemente que cree "que más arriba no podemos ir". Esta es la historia de un hombre que fundó un club sin haber jugado al futbol. "Yo ni sabía lo que era una pelota", dice orgulloso y satisfecho concluye: "He alcanzado todo lo que quería. No puedo pedir más".