El jugador accidentado, Albert Florit (der.), junto a su salvador, Nasi Enseñat (izq.), ayer noche en su reencuentro, en Es Castell. | Gemma Andreu

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Desde el mediodía de este pasado sábado, apenas se habla de fútbol en el entorno del Atlètic Villacarlos; principalmente, de su equipo de la Regional Preferente. La complicada situación vivida en el partido que los de David Moreno disputaron en el Municipal de Son Marçal ante el Penya Ciutadella, por el desvanecimiento de Albert Florit a causa de un duro golpe fortuito con el meta local Ignasi, ha provocado que en Es Castell se hable de algo mucho más importante, de vida. Uno de los ‘culpables’ de esta situación es el capitán del Villacarlos y compañero de Florit, Nasi Enseñat.

El jugador fue el primero en actuar cuando vio que su compañero se caída desplomado sobre el césped de Son Marçal, tras el aparatoso choque. Auxiliar de enfermería y tras haber trabajado ya en centros de salud y en urgencias –arropado por la fisioterapeuta del Penya, Caterina Capó –no dudó en dar unos primeros auxilios que resultaron fundamentales para que hoy Florit siga con vida. En su final feliz, también tuvo mucho que ver la reacción del club local para avisar al 061. Unas 72 horas después de todo, el Villacarlos –muy agradecido al trato dispensado por el Penya y su presidente, Joan Capó –reconoce haber pasado momentos muy complicados. Al término del entrenamiento de ayer, los protagonistas explicaban como se vivió una situación que les marcará de por vida.

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