Ángel Salmerón posa junto a una de las porterías del Estadi Maonès, hogar del CD Menorca | Josep Bagur Gomila

TW
3

Ángel Salmerón tomó el mando del CD Menorca en verano. Transcurrido un trecho temporal lo suficientemente prudencial, charlamos con él para que, de primera mano, explique y desglose el proyecto que pretende desarrollar en la centenaria entidad azulgrana. De sus manifestaciones, primeras que realiza desde que asumió la presidencia menorquinista, se desprende que su modelo de club se vertebrará a partir de un evidente continuismo en relación a la gestión que ha llevado a cabo Miguel Ángel Sintes, el hombre al que remplaza en el cargo.

Cantera y formación integral del deportista desde un respeto máximo –en ese sentido, dejará que su experiencia en el mundo del karate, de donde proviene, se imponga– son, según indica nuestro protagonista, otros preceptos insobornables en los que sustentará su idea de club. Además, su coyuntura particular a nivel laboral –prejubilado– sugiere que no faltará tiempo que entregar a la causa que se aloja en el Estadi Maonès. Después de tres años en la junta como directivo, Salmerón se muestra motivado e «ilusionado» con su nuevo rol, mucho más protagónico y de mayor responsabilidad. Su vínculo con el Menorca, según confiesa, fue su hijo, «que empezó en la cantera del club con seis años y ahora ya tiene 17», indica. Excoordinador de Deportes del Ayuntamiento de Maó y delegado en la Isla de la federación de karate, el recorrido de Salmerón acredita conocimientos y contacto continuo con el deporte formativo. En ese sentido, tiene claro que «la cantera, el trabajo con la base, es lo primordial» en el Menorca del presente y del futuro.

«Aquí se ha hecho una gran labor antes de que yo llegara. Miguel Ángel Sintes, el anterior presidente, y su equipo directivo, han hecho un trabajo excelente, en todos los sentidos, pero especialmente en lo económico; han estabilizado el club y estoy muy agradecido por el legado que han dejado», revisa Salmerón, convencido de que el club está en la senda «adecuada» y si algo funciona, «no hay porque cambiar ni tocar nada». Al respecto, el dirigente hace extensivo su reconocimiento al ‘arquitecto’ del área deportiva del club, Marcial Pérez, quien también «ha hecho un gran trabajo».

Referentes

Prosiguiendo con el segmento estrictamente deportivo del club, el flamante mandatario azulgrana tiene claro que los equipos de categoría cadete y juvenil –ambos compiten en liga balear– son «el espejo en el que se miran los más pequeños» y «para nosotros es importante mantenerlos en categoría autonómica», sigue. «El equipo cadete tiene una plantilla magnífica y viene de lograr un ascenso muy meritorio; el equipo juvenil lleva muchos años en Liga Nacional, tenemos especial interés en seguir a este nivel, es un referente para el club», abunda el presidente del Menorca.

En cuanto al primer equipo del Menorca, vigente campeón insular –lo que significó quebrar un lapso de 36 años sin ganar la liga regional– la ‘gestión Salmerón’ no renuncia a nada. «¿Tercera División? bueno, el año pasado estuvimos cerca, fuimos campeones, pero tuvimos mala suerte y perdimos en la primera eliminatoria de la liguilla. Si logramos estar ahí otra vez, lo intentaremos de nuevo, también es un objetivo para nosotros, pero insisto, siempre enfocados en el trabajo con la cantera», precisa el dirigente.

Por último, y dado que la presidencia del CD Menorca implica un abanico de relaciones que trasciende más allá de los límites del Estadi Maonès, pulsamos a Ángel Salmerón sobre la interacción que mantiene con instituciones u otros clubs.

«Desde que ocupo la presidencia he coincidido con presidentes de otros clubs, y la verdad es que muy bien con todos; vengo del mundo del karate, en el que impera un talante muy respetuoso, tengo claro que debemos respetar a todo el mundo, lo que además trataré de inculcar a todos los jugadores del club, el respeto es fundamental», observa Salmerón, que considera sin embargo que «en ese sentido, creo que en el Menorca somos un club modélico desde hace tiempo».