Descanso. Eugenio Martínez Bravo atendió a Es Diari - Gemma Andreu

TW
0

Eugenio Martínez Bravo tiene 41 años, es licenciado en Empresariales y trabaja como consejero delegado para España y Portugal de la consultora de comunicación y relaciones públicas Gavin Anderson & Company. Desde 2006 preside Plataforma Blanca, una agrupación de socios del Real Madrid que es el azote del presidente madridista, Florentino Pérez. Martínez Bravo no consiguió reunir el dinero necesario para presentarse a las elecciones al Madrid el año pasado, en plena vuelta mesiánica de Florentino, pero ambiciona ocupar un día la presidencia de la entidad, desde donde, asegura, "devolvería el club a los socios". Le entrevistamos mientras pasa sus vacaciones en Menorca, un lugar "adonde venía con mis padres y ahora sigo viniendo con mis hijos".

¿Qué es Plataforma Blanca?
Somos un grupo de socios que desea que el Real Madrid sea también el mejor club del mundo en el siglo XXI. Nos llaman opositores, pero a mí me gusta decir que, si somos oposición, lo somos de manera constructiva.

¿Cómo decidió crear este grupo?
En las elecciones de 2006, me pareció que ningún candidato despertaba la ilusión precisa y pensé que votaría por alguien nuevo.

¿Por qué no se presentaron a las anteriores elecciones?
Íbamos muy decididos, pero la reentrada de Florentino Pérez y la crisis nos pusieron muy difícil conseguir el aval de 57 millones que se requiere, así que preferimos dar un paso atrás.

¿Lo intentará en las próximas?
Cuando llegue el momento, nuestra voluntad es presentarnos. Cada vez se conoce más nuestra alternativa y seguimos convencidos de que hace falta aire fresco.

¿Qué cambiaría si accediese usted a la presidencia?
Hay que devolver el club a los socios. Hay mucha opacidad y se les informa poco, por ejemplo en materia económica. El Madrid debería gestionarse como una sociedad anónima, pero sin serlo.

¿Y en el ámbito deportivo?
Hay que volver al modelo de Santiago Bernabeu, que es el clásico del club: jugadores de cantera, los mejores españoles y unos pocos extranjeros que marquen la diferencia. Le recuerdo que estamos ante la mejor generación de futbolistas españoles de la historia y el Madrid la ha dejado pasar.

¿Cómo valora la gestión de Florentino en este año?
Ha sido un fracaso. Está cometiendo los mismos errores que en la primera etapa. La temporada pasada gastó 250 millones y ha sido segundo en la liga, le han echado de la Champions y de la Copa a las primeras de cambio y en baloncesto se ha dado un batacazo morrocotudo. Alguien debería asumir responsabilidades.

¿Qué cree que no funciona en su modelo?
Que es cortoplacista, no hay ideas claras y hay un cierto despilfarro. El Madrid es la única entidad del mundo que no está controlando sus gastos. Se priman el márketing y el individualismo.

¿Hay algún aspecto positivo en la forma en que se gobierna el club?
El modelo de Florentino es muy bueno para los otros clubes, porque les pagan los fichajes a precio de oro, para los agentes y para los jugadores, que ganan mucho. Pero es muy ineficiente para el Real Madrid, porque no gana títulos.

¿Es el Barcelona el modelo a seguir hoy en día?
Parece que tienen las ideas claras: saben a qué juegan, la cantera funciona... Antes era el Barça el que fichaba a los mejores del mundo y no ganaba títulos. El modelo del Madrid era justo el que aplica ahora el Barça. Habría que volver a él.

¿No le gustan los galácticos?
Por supuesto que el Madrid debe tener a los mejores jugadores del mundo, pero es que lo interesante es traerlos cuando aún les queda mucho fútbol por delante. Por ejemplo: el año pasado se echó a Robben y a Sneijder. Si no hubieran pasado por el equipo antes, Florentino ya estaría preparando la billetera.

¿Se refiere a Kaká?
Tras el fichaje, la cara de Galliani [consejero delegado del Milan] era de felicidad absoluta. Se trae a jugadores en el final de sus carreras pagando muchísimo. ¿No eran mejores inversiones Villa o Silva?

¿Qué le pasa a la cantera?
Que no se cree en ella y se utiliza para cambiar cromos. Pero tener un equipo con canteranos es compatible con el éxito.