Albert Navarro y Pep Costa conversan en una edición anterior | Biosport

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«Ya conocemos los rivales y nos falta un gran resultado». No habla cualquier persona, lo hace Pep Costa, técnico IGA de bádminton y uno de los miembros con más experiencia dentro del cuerpo técnico de la delegación menorquina ya que se encarga de la sección junto con Frans de Haro, como delegado, desde 2008. El bádminton acumula cinco medallas en cuatro juegos, una plata y tres bronces, y tiene en los hermanos Albert y Eric Navarro a sus principales valedores, especialmente el primero ya que vive en Dinamarca donde compagina su trabajo con la competición en la liga danesa. El sábado arranca la fase de clasificación con más de 25 jugadores inscritos entre masculino y femenino y con cinco plazas en juego –de momento-. El técnico se encarga de levantar el telón.

¿Cómo ve la iniciativa IGA?
— Es algo muy positivo ya que da la posibilidad de competir a nivel internacional a personas que quizás de otra forma no lo hubieran logrado. En el caso del bádminton ha logrado que gente que no competía o que prácticamente lo había dejado regrese y se marque nuevos objetivos.

A parte de los resultados, ahora también se premia los valores.
— Me parece una decisión muy acertada por parte de la directiva de IGA Menorca ya que estimula todavía más a gente que quizás no lo intenta porque en su especialidad hay gente con un nivel superior.

Entonces, ¿satisfecho?
— Totalmente porque además de mejorar la salud de este deporte en la isla también hemos respondido con medallas en los juegos. El nivel de competición es muy alto pero el proyecto es muy atractivo y hace que los propios participantes se interesen por todo lo que lo rodea y eso beneficia a Menorca.

¿Qué espera en esta primera prueba de clasificación?
— Tenemos buenas cifras de participación ya que de momento hay 16 jugadores inscritos en el cuadro masculino y siete en el femenino. Es cierto que por motivos personales algunos no podrán participar porque estarán fuera de la isla. Además aprovechamos la cita para celebrar el open de las Fiestas de la Mare de Déu de Gràcia y habrá seis parejas mixtas inscritas. Lo importante es que 25 jugadores empiezan su camino hacia Gotland.

¿Cuántas plazas se otorgan?
— El bádminton tiene cinco plazas asignadas, de momento. Una para cada uno del campeón absoluto de la fase masculino y femenino, dos que se basan en una decisión técnica a tenor de los resultados y donde una plaza es para hombres y otra para mujeres, y luego la última plaza será siguiendo los criterios de valores. Para hacerse con una de estas plazas deberán disputar cuatro torneos de donde saldrán los seis mejores que disputarán una última cita con un 'todos contra todos'.

¿Suficientes plazas?
— Si pero no. En cada juego nos hemos quedado con el sabor amargo de no poder competir por equipos y desde los clubes, la delegación y la propia federación estamos trabajando para que subvencionen alguna plaza más. Con el nuevo código los deportistas que cumplan unos mínimos de resultados y puedan costearse de su bolsillo la expedición, podrán hacerlo y por ello queremos intentar conseguir ayudas para optar a poder disputar la competición por equipos. En Jersey, por ejemplo, muchos rivales se quedaron sorprendidos de que fuésemos una de las dos únicas islas que no competimos por equipos pero había una carga brutal de partidos y era imposible. Tras ver nuestro nivel más de uno lo encontró muy raro.

¿Cuál es el nivel menorquín dentro de IGA?
— Es importante y nos tienen en cuenta. Tenemos jugadores con medalla, los hermanos Navarro, pero nos falta lograr un oro que es el objetivo para los próximos juegos, el oro individual y por equipos, así como una primera medalla en féminas. Las referencias que hemos tenido en los juegos nos permiten ser optimistas y a la vez realistas. De momento nuestro botín se resume en un bronce individual en Aland (2009), de Albert Navarro, un bronce individual de Eric y otro en dobles masculino en Bermudas (2013) y una plata por equipos y un bronce individual de Albert en Jersey (2015).

Objetivo ambicioso…
— Y realista. Conocemos a los rivales, si al final viajan los hermanos Navarro, nuestros jugadores estarán en una edad en la que ya no les pesará tanto la presión. Además en el caso de los hermanos decidieron tomarse un año sabático para de ahora en adelante prepararse de forma exhaustiva esta competición. El objetivo con ellos será el oro en individual y por dobles.

¿Cuál es el rival a batir?
— Hay varias islas que tienen mucho potencial como es el caso de Greenland, Islas Feroe, Jersey o Guernsey. Y luego está Gotland, que sin tener un gran equipo, tiene dos jugadores muy buenos.

¿Qué cree que le sorprendrá más de Gotland?
— Puede que suene a tópico pero creo que será muy verde. En realidad sé muy poco de la isla solo que se come mucho salmón. Y que es muy grande. Creo que se parecerá en parte a Aland (Finlandia).

A nivel general, ¿qué cree que aporta IGA a Menorca?
— Muchas cosas y todas muy buenas. De entrada permite a muchos deportistas que pueden sentirse estancados una posibilidad de competir a nivel internacional mientras que a otros que ya lo habían dejado volver y hacerlo para luchar por defender a Menorca. Además es una experiencia personal muy positiva porque te permite conocer otras culturas, otra gente y otros deportes que a lo mejor no se parecen al que practicas. Además une mucho a toda la expedición.