Su clip más reciente, «My only friend», un tema de la banda británica emergente Nimmo | YouTube

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En Sant Lluís este martes, este jueves en París, dentro de unos días en Londres y a final de mes en Finlandia. Dice el realizador menorquín Ian Pons Jewell (Maó, 1984) que desde hace tres años no tiene una residencia fija, y en su caso este hecho se puede interpretar como que su carrera artística va por el buen camino. De padre menorquín y madre británica, Pons se mueve por Europa para llevar a cabo sus diferentes proyectos, alternando trabajos publicitarios con el rodaje de videoclips.

Su bagaje es tal que su trabajo es objeto de retrospectivas, como la que próximamente le dedicarán en Finlandia, en el marco del Oulu Music Festival, donde se ha seleccionado una docena de sus videoclips. 53 minutos de metraje en los que no pueden faltar la pieza rodada para el grupo Naugthy Boy en colaboración con Sam Smith, titulada «La, la, la», y que arrasó en las pistas de baile y las listas de éxitos.

También se pasarán los vídeos filmados para otros proyectos musicales de reconocido prestigio, aunque de corte más independiente, como Cristal Fighters, DJ Shadow, Paolo Nutini o Vince Staples. Cerrará la retrospectiva su clip más reciente, «My only friend», un tema de la banda británica emergente Nimmo. Como no podía ser de otra forma, para este último trabajo Pons ha recurrido al que probablemente sea su mayor signo de identidad, su querencia por el lado surrealista. La guinda a su vista al festival la pondrá el menorquín con una master class.

Más allá de la música, la publicidad es otro de los campos en los que se mueve el artista. Acaba de rodar tres anuncios, uno de ellos para una conocida marca de telefonía española. Pero Pons lo tiene claro, los videoclips son su verdadera pasión: «No trabajamos con grandes presupuestos, pero a cambio disfruto de una gran libertad creativa, que es algo muy importante para mí», explica el artista.

Aunque generalmente se define a la década de los 90, la del apogeo de la MTV como la época dorada de los vídeos musicales, Pons considera que la actual es mucho más interesante: «ahora hay más creatividad», asevera el artista, para quien un vídeo es mucho más que un grupo de músicos delante de una cámara: «A mí lo interesante me parece el hecho de contar una historia».

Dicho eso, parece obvio que el cine podría seguir el siguiente paso natural. De hecho reconoce que es «el reto» de cara al futuro, y parece que ideas no le faltan. Cuando se le preguntan por sus referentes dentro del séptimo arte sale a colación el nombre de David Lynch, lo que encaja perfectamente con su atracción por el surrealismo.