Imágenes difundidas por las redes sociales sobre la parte final del concierto

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Los conciertos de presentación de «Contracorrent», el álbum de debut del músico menorquín Rudymentari, acabaron con polémica el pasado domingo en el Teatre des Born de Ciutadella. El gran éxito de público (se agotaron las localidades para los dos pases) se vio empañado por el efecto de unas imágenes difundidas a través de redes sociales en las que se podía ver al final del segundo de los bolos al público en pie, coreando y bailando la última canción.

Las imágenes, compartidas por un buen número de usuarios, dieron pie a comentarios que cuestionaban si el evento cultural cumplía con todas las normas de seguridad pertinentes. Desde el Ayuntamiento, agrupaciones como Ciudadanos también pedían explicaciones al respecto.

El gerente del teatro, Josep Marquès, salió ayer al paso para informar de que «no se incumplió» normativa alguna. No obstante, reconoció también que algunas de las imágenes mostradas «no tienen nada de estético».

Marquès señaló que se cumplieron con los protocolos, exigiendo el uso correcto de la mascarilla y con butacas preasignadas para cumplir con la distancia de seguridad. En ese sentido, aclaró que la normativa no especifica la prohibición de ponerse de pie, algo que según explica solo sucedió «al final del segundo concierto, de forma espontánea y durante un minuto».

Según informó, con un aforo permitido para el 50 por ciento de las butacas solo se pusieron a la venta el 45. En total, disfrutaron del concierto cerca de 450 personas. Marquès sostiene que «en un contexto en el que la gente ya está muy irritada» entiende el malestar generado entre otros sectores, como por ejemplo el del ocio nocturno. «No incumplimos ninguna norma, pero reconozco que la foto no es estética», insistió.