El autor del libro, Miquel Àngel Casasnovas.  | Josep Bagur Gomila

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En verano de 2020, cuando las restricciones por la pandemia de covid-19 estaban a la orden del día, Miquel Àngel Casasnovas buscaba entretenimiento en antiguas publicaciones históricas que tenía fotocopiadas por casa. Como la temática era muy apropiada, el historiador ciutadellenc fue a buscar el folleto «Noticias de las pestes de Menorca» escrito por Antoni Ramis i Ramis en 1824.

Su idea era hacer una transcripción y una introducción para publicarlo como un artículo extenso en alguna revista. Pero cuando profundizó en el folleto, Casasnovas vio que era mucho más que un trabajo erudito sobre antecedentes de epidemias en Menorca. Lo que Ramis pretendía era llamar la atención de sus contemporáneos, alertándolos de que la isla podía volver a padecer una epidemia y, por lo tanto, había que tomar medidas de prevención estrictas. Y esto, sumado al paralelismo con la situación más reciente sufrida por la pandemia del siglo XXI, acabó convirtiéndose en más que un artículo. El resultado es un libro que se acaba de publicar ahora bajo el título «Prevenir el contagi. Antoni Ramis i Ramis i la història de les epidèmies de Menorca» (1824).

En esta obra, editada por el Institut Menorquí d’Estudis (IME) dentro de su colección «Petit Format», Casasnovas realiza un estudio introductorio y una transcripción con comentarios del texto de Antoni Ramis i Ramis que resulta amena y fácil de leer. Incluye correspondencia, las fuentes consultadas en el original y aclaraciones sobre el lenguaje o el contexto del momento.

«Noticias de las pestes de Menorca» se publicó hace justo dos siglos, poco después de una epidemia de peste bubónica que provocó más de 2.000 muertos en la comarca del levante de Mallorca. Fue la última epidemia de peste que se registró en la Europa occidental. La peste y una reciente epidemia de fiebre amarilla que había provocado también más de un centenar de muertos en el lazareto de Maó en 1821, sirvieron a Ramis para alertar sobre el hecho de que Menorca no estaba al margen de las epidemias.

Dos posturas

La obra también entra en las polémicas médicas que hubo a principios del siglo XIX, con dos posturas radicales sobre el contagio. Por un lado, los contagionistas, que defendían que las enfermedades se transmitían por contagio con personas u objetos infectados. Por el otro, los anticontagionistas, que culpaban a las enfermedades de las condiciones ambientales, los famosos miasmas. «De la postura anticontagionista, que era la que prevalecía en el régimen absolutista, se empezó a pasar a la contagionista, que defendían los médicos y también Antoni Ramis, influenciado por su hermano Bartomeu, médico. Porque con el régimen liberal empezó también a cuestionarse si el Estado puede prohibir los movimientos comerciales y de las personas, las mismas cuestiones que debatimos nosotros también con la pandemia del 2020», explica Casasnovas.

A Ramis le preocupaban mucho las medidas para prevenir el contagio. Hasta el punto que, cuando habla de la peste bubónica que provocó más de 1.000 muertos en Ciutadella entre los años 1652 y 1653, no le interesa lo que pasó dentro de la ciudad, sino que se centra en las medidas de prevención que tomaron los municipios de Alaior, Es Mercadal y Maó para evitar el contagio. Se establecieron cordones sanitarios y se refleja el gasto que hubo en guardas y vigilancia para que nadie se saltara el aislamiento. De hecho, el propio gobernador de Menorca intentó salir de Ciutadella y no le dejaron pasar.

«La historia no se repite, pero rima. El público actual verá que en el debate sobre epidemias del siglo XIX tenemos muchos paralelismos con el siglo XIX. Hemos recuperado a la fuerza la memoria de lo que son las epidemias», comenta Casasnovas.

En la misma línea se expresó el epidemiólogo Maties Torrent durante la reciente presentación del libro en el Cercle Artístic de Ciutadella: «Ramis quiso mostrar que la peste no era una epidemia del pasado sino del presente. Como nos pasaba aquí antes del 2020, que la población tenía una falsa sensación de seguridad y de impunidad, creyendo que éramos territorios libres de epidemias».

Sobre Antoni Ramis i Ramis (1771-1840), Casasnovas relata que era el pequeño de la famosa saga y se llevaba 25 años con su hermano Joan, el famoso escritor e historiador. Además, Antoni se casó con la hija de Joan, por lo que este ejerció como padre, mentor y suegro de su propio hermano pequeño. Como historiador y arqueólogo, Antoni estudió las epidemias de peste, las fortificaciones o la capitalidad de la isla, además de inscripciones romanas y medievales.

El apunte

De la peste a la fiebre amarilla y el cólera

La última epidemia de peste bubónica que vivió Europa se produjo muy cerca de Menorca: en el levante de Mallorca. En 1820 murieron más de 2.000 personas en Artà, Son Servera, Capdepera y Sant Llorenç des Cardassar. Las medidas para evitar la propagación se centraban en el aislamiento, pero en 1821 hubo una epidemia de fiebre amarilla en el lazareto de Maó que desconcertó a la población. Porque enfermaron y murieron un centenar de personas estando aisladas. Lo que no sabían entonces era que la fiebre amarilla se transmitía por la picadura de un mosquito. En 1835 Menorca vivió la última epidemia importante del siglo XIX, en ese caso de cólera.