La candidata socialista de Ciutadella, Carol Cerdà, junto a Susana Mora.

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Una de las líneas rojas para el PSOE en la negociación con el PSM para formar gobierno en Ciutadella es la alcaldía. La Ejecutiva analizó ayer la primera ronda de conversaciones mantenida la semana pasada con las otras dos fuerzas de la izquierda con representación municipal y considera que hay otros puntos de negociación, pero no la vara de mando.

Sandra Moll, que participa en estas conversaciones por parte socialista, apela a la voluntad ciudadana expresada en las urnas, que ha reducido de forma manifiesta los apoyos a quien tenía la alcaldía, el PSM en los últimos ocho años, y ha dado más votos al PSOE, la trayectoria de unos ha ido a la baja y la de los otros al alza, «creemos que ese punto ha de quedar ya al margen de la negociación, deben asumirlo», explica la concejala socialista.

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Fidelidad

La experiencia de los últimos ocho años en gobierno municipal de coalición también le sirve para reforzar su argumentación, «hemos sido fieles a los acuerdos de gobierno y a la gestión compartida asumiendo el papel que nos correspondía, nunca hemos pedido la alcaldía», recuerda.
Por ese motivo, considera que el más votado entre los partidos que se unen para formar mayoría debe ser el legítimo candidato.

El PSOE mantuvo la semana pasada sendas reuniones por separado con el PSM y con Ciutadella Endavant. El principal punto de encuentro es la necesidad de llegar a un acuerdo para evitar que gobierne el PP, que es la lista más votada y para la izquierda una amenaza si no llegaran a entenderse.

De las tres semanas que discurren entre las elecciones y la constitución de las corporaciones ya han pasado dos y solo ha habido un encuentro, por lo que el tiempo apremia. El reparto de la alcaldía es la cuestión clave y la posición socialista es inflexible ante el único reducto de poder que le queda a PSM-Més.