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Me llamo Mateo Aínsa Coll y tengo 39 años. Nací y vivo en Maó. Soy cocinero y participo activamente con la ONG Arca Menorca, de la que soy vicepresidente. Mis aficiones son los caballos, el cine y viajar.

¿Cuándo surgió su interés por la cocina?
Desde muy jovencito. Ya con 12 años me empezó a gustar y mi madre me dejaba cocinar alguna que otra cosa. Se puede decir que prácticamente soy autodidacta aunque he realizado bastantes cursillos de cocina. Mi padre era el gerente del campamento de Biniparratx y algunos veranos yo echaba una mano.

¿Qué es lo que más le gusta preparar?
Creo que los arroces. Es con lo que disfruto más. Para mi la cocina es una herramienta de relajación. Cuando tengo uno de estos días cruzados, que parece que todo sale mal, me voy al supermercado, compro lo que necesito y me tiro en la cocina 3 ó 4 horas, así me despejo.

¿Cuál es su plato estrella?
La paella y el asado. Creo que el secreto está en hacerlo con cariño, disfrutar de lo que se está elaborando.

¿Puede contar alguna anécdota que le haya sucedido cocinando?
Los eventos más curiosos en los que he participado han sido, por ejemplo, en el Torneo de la Concordia, donde cada año preparo muchas raciones de paella. Este año han sido 1.800 raciones. Como no disponemos de paelleras tan grandes, las hacemos en varias y debo decir que el sistema es el mismo, una vez que haces 3 lo mismo da hacer 15.

Hace bastantes años, trabajé en el camping de Son Bou para los asistentes a una convención budista, nada menos que 2.000 personas de toda Europa.

Tuve que preparar comida cien por cien vegetariana durante una semana. Fue una experiencia extraordinaria, me encantó. Además, todo salió muy bien.

¿Qué proyecto le gustaría realizar que no haya hecho aún?
Si no hubiese sido cocinero, hubiese sido piloto de avión militar, pero no salió. Supongo que, como cualquier cocinero, me encantaría tener mi propio restaurante, pero ni es la mejor época ni creo que lo sea en varios años.

¿Cuál es su plato preferido?
Sin duda, 'perol as forn'. En cuanto a la gastronomía, me quedo con la española. Vayas al punto del país que vayas, aquí siempre se come bien.