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El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha manifestado hoy que "la investigación, por jueces y fiscales, de los casos de corrupción que se han registrado en Mallorca constituye una muy mala noticia para la democracia, porque afectan a la misma legitimidad del sistema democrático".

Caamaño ha explicado que su departamento ha "reforzado la Fiscalía Anticorrupción en Baleares" y ha señalado que "actualmente hay 55 fiscales destinados al archipiélago".

Ha aseverado que "también se han incrementado los jueces y secretarios en los órganos judiciales de estas islas, para que puedan actuar con medios suficientes; y si es preciso aumentar estos recursos, lo estudiaremos".

El titular del departamento de Justicia ha efectuado estas declaraciones después del acto de colocación de la primera piedra del nuevo edificio que albergará los juzgados del Partido Judicial de Mahón, junto con el presidente del Govern Balear, Francesc Antich; el alcalde de Mahón, Vicenç Tur; y el presidente del Consell de Menorca, Marc Pons.

Francisco Caamaño ha declarado que "el Gobierno del Partido Socialista, consciente de la gravedad y repercusión, ha dado respuesta a los casos de corrupción política, con la modificación del Código Penal, el endurecimiento de las penas, y que los responsables de estas irregularidades con aprovechamiento de dinero y recursos públicos sean castigados con penas de cárcel".

"Cuando los autores son responsables públicos -ha destacado- debe caer sobre ellos toda la severidad de la ley".

Ha instado a los ciudadanos "a expresar, con sus votos, el reproche y el rechazo a estos comportamientos corruptos", para promover "una sociedad donde los corruptos no tengan cabida, ni estas prácticas que pervierten la democracia".