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Soy Ángel Quevedo Mesones. Tengo 35 años y soy de Reinosa, en la provincia de Cantabria, aunque vivo en Menorca desde hace 12 años. Mi pareja es menorquina y tenemos un hijo que se llama Aise. En lo que se refiere a mis aficiones se puede decir que actualmente el tai chi ocupa todo mi tiempo. Anteriormente he trabajado doce años como camarero.

¿Cuándo y cómo se inicia en el mundo del tai chi?
Un día descubrí que quería ser acupuntor. He de decir que todo lo relacionado con el mundo oriental siempre me atrajo mucho, aunque siempre viéndolo desde lejos. Tuve una infancia no escolarizada y ya había dado por hecho que nunca podría estudiar. Sin embargo, las circunstancias de la vida me han llevado a sacarme la ESO aquí en Ciutadella y con buenas notas. En verdad me he dado cuenta de que no es que no supiera estudiar, sino que lo que me obligaban a estudiar no me gustaba. Ahora me he metido dentro del mundo de la medicina tradicional, pero antes me estoy formando como profesor de tai chi.

¿Qué beneficios aporta a las personas?
La gente suele tener el concepto de que el tai chi es algo que hace un grupo de abuelitos en el parque subiendo y bajando los brazos. Y la verdad es que cuando llegas a una edad avanzada con un buen trabajo interno, externamente eso es lo que se ve. En el fondo, el tai chi está desarrollado de tal manera que es una herramienta importantísima para mejorarnos como personas. Lo básico que se aprende al principio es a respirar, corregir la postura, coger flexibilidad y armonizar movimiento… Se trata de ser consciente de lo que es un organismo y tratarlo como tal en su conjunto. Poco a poco se va descubriendo un mundo importante dentro de uno mismo.

¿Tiene efectos terapéuticos?
Para los chinos es un conjunto de técnicas para el cultivo interno. Existen herramientas muy importantes a nivel terapéutico, de hecho en China es una de las mayores vías a la hora de curar a las personas, siempre teniendo en cuenta que su medicina es preventiva. Hay una frase que me gusta mucho de los chinos que dice que si el cuerpo es fuerte y elástico, la sangre no se bloquea, por lo que la enfermedad no se puede enraizar en el organismo. Nuestra finalidad es ésa, no esperar a estar mal para ir al médico.

La semana pasada participó en el campeonato de España de tai chi en Lleida, y con muy buenos resultados…
Pues sí, me he podido traer dos oros en dos categorías. Pero por lo que estamos trabajando muchos es por que en el territorio nacional se reconozca el tai chi como deporte a través de la Federación Internacional de Artes Marciales. Si así fuera, se podría indagar más en lo que es el tai chi y tendría una valoración más importante.

¿Cree que hay que recuperar la tradición milenaria en temas de salud?
Creo que es la única vía que tenemos. Es fácil encontrar casos de enfermos que cuando ya no tienen nada que perder acaban por ir a médicos tradicionales o naturópatas.