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El Ayuntamiento de Ciutadella pagó 98.600 euros (IVA incluido) por la redacción de 8 proyectos de obras, 71.600 euros más (IVA incluido) de lo recomendado por el Colegio de Ingenieros. Es el resultado de lo que UPCM define, gráficamente, en su querella como " orgiástico paroxismo delictivo" alcanzado por los ediles Llorenç Brondo, Avel·lí Casasnovas y Gabriel Cardona, para los que el partido de Joan Triay pide penas de hasta 24 años de cárcel por el 'caso CITUR'. Los concejales a los que la acción popular define como "maestros en el arte de la triquiñuela" permitieron con su actuación que la empresa Serveis Ambientals de Balears (SAB) y el ingeniero Daniel Aguiló Ferretjans se llevaran a sus bolsillos una cantidad de dinero mucho mayor de la que, en otras circunstancias, hubieran obtenido, siguiendo las recomendaciones del Colegio de Ingenieros.

Los datos, que ya analizó en su día la comisión de investigación del 'caso CITUR', conceden poco espacio a la duda: Ciutadella pagó un total de 85.000 euros más IVA por la redacción de los proyectos del mirador de Cala Morell, el canal del Lago de Cala en Bosc, el aparcamiento de Los Delfines, la rotonda de Calespiques, el embellecimiento del entorno de la iglesia de Cala en Blanes y las tres fases del Palmeral. Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que los honorarios totales recomendados por el Colegio de Ingenieros eran de 23.793,28 euros más IVA, con lo que se pagaron 61.206,72 euros más IVA por encima de las recomendaciones del colegio profesional.

En total, la cantidad desembolsada asciende a 98.600 euros si se contabiliza el IVA, cuando los honorarios recomendados eran de 27.600 euros, IVA incluido. Algunos ejemplos resultan muy ilustrativos. Es el caso del aparcamiento de la Avenida Los Delfines, en el que se pagaron a SAB 17.000 euros cuando, si se hubiera pagado lo que prescribe el Colegio de Ingenieros, la factura hubiera sido sólo de 3.765,90 euros, es decir, se pagaron 13.234,10 euros de más.
Una factura de 10.000 euros que debió ser de 1.300. Hay casos aún más espectaculares, como el de las obras de mejora de las zonas peatonales paralelas al canal del Lago de Cala en Bosc, en el que los honorarios satisfechos al ingeniero Daniel Aguiló –el mismo que redactó todos los proyectos adjudicados por el Consorci Pla Mirall a SAB- excedieron ampliamente en un 800 por ciento las recomendaciones del Colegio. En esta ocasión, el importe de los honorarios fue de 11.500 euros, equivalentes a un 34,53% sobre un presupuesto de ejecución material de 33.295,83 euros. Por la redacción de un proyecto que, si se hubiese ajustado a las recomendaciones del Colegio, se hubieran pagado 1.331,83 euros, se terminaron pagando 11.500. O sea, 10.168,17 euros de más.

Se pagaron 16.500 por un trabajo que costaba… ¡1.700! Aún se pagaría más de lo recomendado en otro proyecto, el del mirador de Cala Morell. Esta vez, el importe de los honorarios alcanzaría el 37,23 por ciento sobre el presupuesto de ejecución material (44,314,64 euros). Se facturaron 16.500 euros cuando debieron facturarse sólo 1.772,58, con lo que se pagaron 14.727,42 euros de más.