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"No queremos caer en falsos alarmismos, pero la situación de las arcas municipales es grave". Éste es el mensaje que ayer lanzó el nuevo equipo de gobierno 'popular' del Ayuntamiento de Maó tras analizar junto a los técnicos municipales el estado de cuentas del Consistorio.

El concejal de Servicios Generales, Salvador Botella, quien compareció en rueda de prensa junto al director económico, Manolo Yebra, garantizó el pago de las nóminas de los trabajadores municipales. No obstante, de inmediato, anunció que el PP ha encargado a la empresa Vives y Sintes una auditoría externa del último año para conocer la situación financiera y contable del Consistorio, "no como revancha (contra el anterior gobierno), sino como paso necesario para saber dónde estamos y encaminarnos hacia el futuro con garantías", precisó.

Según los datos expuestos, la deuda del Ayuntamiento asciende a día de hoy a 35,6 millones de euros, lo que significa que cada mahonés adeuda unos 1.200 euros, cifra que crece hasta los 1.678 si se suma la carga impositiva que debe asumir cada ciudadano.

Asimismo, el responsable de Servicios Generales advirtió que el Ayuntamiento de Maó tan sólo puede disponer de aquí a finales de año de 299.000 euros en préstamos, lo que limitará considerablemente, según Botella, la capacidad de maniobra del nuevo equipo de gobierno.

De hecho, aunque el presupuesto municipal del actual ejercicio asciende a 32,5 millones de euros, la deuda financiera alcanza los 27 millones y el máximo permitido de endeudamiento por ley es el 75 por ciento del presupuesto, por lo tanto "sólo nos queda disponible un margen de 299.000 euros. Nos hemos quedado bloqueados", aseveró descriptivo.

Pago a proveedores

A pesar de esta rémora, fruto de la necesidad del Ayuntamiento de cumplir la con Ley de Estabilidad Presupuestaria, Botella afirmó que el equipo de gobierno dará prioridad al pago a las pequeñas empresas proveedoras del Consistorio "porque son quienes peor lo están pasando".

Maó adeuda a 385 proveedores 7,1 millones de euros. Al respecto, también anunció que se pondrá en marcha el sistema 'confirming' de pago para aquellas empresas que deseen adherirse. El Consistorio debe hacer frente de aquí a diciembre al pago de 21,7 millones de euros a entidades y particulares.

Botella explicó que una de las prioridades del PP será aumentar los ingresos agilizando la recaudación entre empresas, particulares y administraciones que no pagan. En este sentido, recordó que el Ayuntamiento tiene pagos pendientes de otras administraciones por valor de 4,1 millones de euros.

En total, Maó pretende ingresar en las arcas municipales a 31 de diciembre 21,2 millones. Pero ante la necesidad de incrementar nuevos activos para equilibrar las cuentas, Botella anunció recortes en la actual política de subvenciones e incluso no descartó la venta de patrimonio, pero en ningún caso, subrayó, se incrementarán los impuestos, "por compromiso electoral, hasta 2012". Y todo ello a pesar de que el Ayuntamiento prevé cerrar el actual ejercicio económico 2011 con un saldo negativo de 418.790 euros.