watts. Actualmente, es vicepresidente honorífico de los Island Games - Gemma Andreu

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Las Islas Malvinas, en inglés llamadas Falkland, constituyen un archipiélago situado en el océano Atlántico Sur, que se sitúa a 480 kilómetros de la Patagonia y posee una población de 3.000 habitantes. Según la ONU, es un territorio no autónomo administrado por el Reino Unido cuya soberanía es disputada con Argentina.

Las Malvinas entraron a formar parte de los Island Games en 1991, y fue dos años después, en 1993, cuando Patrick Watts dedicó todo su esfuerzo a llevar al equipo hasta la Isla de Wight, lugar donde se celebraron los juegos en aquella ocasión. Fue el inicio de una larga carrera como presidente en dicho evento deportivo que llevaría a Watts a diferentes lugares del mundo durante 18 años.

Ahora que ha dejado el puesto y ha sido nombrado vicepresidente honorífico de los IGA, Patrick Watts y su mujer, Sila, pasan la mitad del año en las Malvinas y otros seis meses en Holanda. Aprovechando la proximidad, la pareja aterrizó en Menorca el miércoles pasado invitados por el secretario insular de los IGA, Antonio Olives, con el fin de conocer el que puede ser uno de los próximos lugares donde se celebren los Island Games.

"Para nosotros era muy importante venir a esta isla porque así sabemos cómo son las instalaciones deportivas y su distribución, así como los diferentes servicios que se ofrecen. Me ha sorprendido mucho ver que Menorca dispone de una buena cantidad de espacios en los que practicar deporte y, sobre todo, gradas. Estos elementos, aunque parecen básicos, faltan en muchos sitios", explica Watts.

Él mismo asegura que recomendaría la Isla para la celebración de los juegos y comenta que la postura de Antonio Olives de "esperar a dar el paso hasta que estemos preparados" le parece la idónea. "Hay lugares, como Rodas, en los que todo fue precipitado. El resultado fue una edición algo desorganizada", apunta Watts.

Pesca y pingüinos

La mayor industria de las Malvinas es la pesca, concretamente, los calamares. Curiosamente, buena parte de los que se capturan se envían a Vigo, en Galicia, donde son envasados y repartidos por toda Europa.

La lana también ha sido una gran fuente de ingresos para las Islas, ya que exportan grandes cantidades; al igual que el petróleo, cuya búsqueda no cesa en la zona.

Pero, ¿de dónde provienen los fondos con los que trasladar al equipo de los Island Games hasta su lugar de destino? "El gobierno aporta una pequeña cantidad, el resto son patrocinio, sobre todo de bancos y empresas de telefonía y comunicaciones, y recaudaciones que se realizan con actividades organizadas por el Comité".

El equipo deportivo lo forman unas 40 personas y hay que tener en cuenta que en Malvinas poseen un problema aún mayor que el menorquín en cuanto a transporte aéreo. Por ejemplo, los residentes pagan unos 80 euros para viajar de una punta a otra de Chile, que son más de cinco horas de vuelo. Sin embargo, para volar desde las Islas hasta el país chileno, que supone una hora y veinte minutos de trayecto, deben abonar 400 euros. Además, el itinerario que deben realizar para llegar a Europa es espectacular y les cuesta una media de 2.000 euros.

El precio para ir de turista a las Malvinas es, evidentemente, altísimo. Watts, que ha sido periodista radiofónico durante años y fue galardonado por su trabajo por la Corona Británica, montó una empresa turística especializada en transportar a los visitantes en todoterrenos a ver los cinco tipos de pingüinos que hay en la Isla. "El turista que viene a las Malvinas viene a ver nuestra naturaleza. Llegan en avionetas y en cruceros. Disponemos de albergues, apenas hay un hotel. Nos gustaría que aumentase el negocio pero estamos en lo de siempre, es muy caro llegar a las Islas".

Watts y su mujer cenaron con el conseller de Deportes y presidente de IGA Menorca, Juanjo Pons, y con Antonio Olives, a quien Watts considera su amigo y un buen embajador de Menorca.

"¿Lo que más nos ha gustado de vuestra isla? Que no hay gente pidiendo por la calle y que se puede pasear tranquilamente. Lo que menos, la actitud de algunos clientes en el hotel. No por ser turistas se nos puede permitir todo", concluye.