Espera. Fotografías tomadas por uno de los pasajeros afectados en las que se puede ver a los viajeros que pasaron la noche en la terminal - Gemma Andreu

TW
0

El Aeropuerto de Menorca se ha convertido en los últimos días en un improvisado e incómodo hotel nocturno para decenas de pasajeros. La escena de viajeros, indignados durmiendo en butacas y tirados por el suelo, entre ellos familias enteras con niños, volvió a repetirse la noche del lunes al martes por la cancelación de un vuelo de Vueling con destino a Barcelona.

Curiosamente, prácticamente el mismo cuadro que apenas 48 horas antes se vivió en este mismo lugar con un vuelo de Spanair Menorca-Madrid, y todo ello en un Aeropuerto que, teóricamente, cierra todas las noches. Si en aquella ocasión fueron 35 los pasajeros que pernoctaron en la terminal, en esta sumaron hasta 90 personas. Finalmente, la mayoría pudo regresar a la Ciudad Condal con 14 horas de retraso.

El vuelo Vlg 3759 con destino al Aeropuerto de El Prat con 116 pasajeros a bordo tenía salida programada a las 22.55 horas del lunes, pero fue cancelado por "problemas técnicos" pasadas las dos de la madrugada tras intentar la compañía resolver la incidencia sin éxito, según informaron fuentes de Vueling. El pasaje denunció que en ese intervalo de tiempo apenas se ofreció información.

Odisea en la terminal

Una pasajera, Aida Rodríguez, explicó por teléfono al "Menorca" su odisea en la Isla mientras esperaba ayer por la mañana tomar el vuelo rumbo a Barcelona en el que había sido reubicada. Relató que en la noche del lunes, poco después de acomodarse en su asiento, fue desembarcada.

"Escuchamos un ruido y los motores se pararon. Nos dijeron que había un fallo técnico y que estaban arreglándolo, que si en 20 minutos no lo reparaban nos darían un hotel si había habitaciones para pasar la noche", explicó. "Cada 20 minutos decían lo mismo las azafatas de Iberia que se ocupaban de nuestro vuelo, porque según ellas no había nadie de Vueling. Nadie nos dio más explicaciones", denunció al "Menorca".

La pasajera relató que poco después de las dos de la madrugada volvió a subir al avión y que 20 minutos más tarde fue de nuevo desembarcada. Comentó que los viajeros indignados solicitaron entonces la hoja de reclamaciones y que cuando pidieron ser realojados en hoteles para pasar la noche, las azafatas comentaron que después de llamar a "una treintena de hoteles" no encontraron plazas disponibles, así que buena parte del pasaje, unas noventa personas que no disponían de casa propia o posibilidad de alojarse por sus propios medios, se vio obligada a pernoctar en la terminal.

"Una persona me dijo que había llamado a un hotel y que tenían plazas. Pero las azafatas le dijeron que tenía que pagarse ella misma el hotel y que luego reclamara el dinero a la compañía", explicó la pasajera, aún enojada.

Fuentes de Vueling informaron al respecto que tras la cancelación del vuelo a las dos de la madrugada, la compañía buscó "como sucede siempre en estos casos" hoteles de la Isla para quienes no tenían alojamiento.

Sin embargo, no hubo suerte. "No había disponibles suficientes habitaciones porque al parecer la Isla está en temporada alta". Ante esta situación se ofreció al pasaje el reembolso del billete, vuelos gratuitos para otros días y la reubicación en aviones de otras compañías.

De hecho, las mismas fuentes explicaron que algunos pasajeros afectados pudieron tomar ayer mismo vuelos con destino a Barcelona a primera hora de la mañana y otros fueron recolocados en plazas libres de la compañía Air Europa. "En estos casos se intenta dar todas las facilidades posibles", remarcaron.

Ocho horas de retraso en un vuelo de air nostrum

Los pasajeros enojados de Vueling encontraron relevo en el pasaje de un vuelo de Air Nostrum con destino a Palma que acumuló ayer ocho horas de retraso.

El avión tenía prevista su salida a las 13.30 horas, pero cuando comenzó a rodar por la pista, el comandante decidió regresar a la terminal.

"Escuchamos un ruido raro y nos hicieron desembarcar de nuevo", explicó al "Menorca" una de las pasajeras afectadas.

Dos horas más tarde, la compañía repartió un ticket para comer en el Aeropuerto. Entre el pasaje se encontraban algunas personas que viajaban por motivos médicos a quienes la compañía recolocó en otros vuelos; uno a las 18.30 horas y otro a las 20.30.

"Hoy han operado a mi madre del corazón. Llegaré tarde y no podré verla en la UVI, pero podré viajar a las 20.30. Lo importante es que arreglen el avión", indicó la misma pasajera.