Maó. El local vacío está situado en un edificio anexo a la Casa del Mar y hasta hace unas semanas albergaba la tienda de Pedro’s Boats - Javier

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La Cofradía de Pescadores de Maó pretende alquilar un local vacío situado en un edificio anexo a la Casa del Mar que hasta hace unas semanas albergaba la tienda de Pedro's Boat. En ellas, se ubicarían varios almacenes y un punto de primera venta de pescado. Estas dependencias pertenecen actualmente a Autoridad Portuaria de Balears (APB) después de haber sido expropiadas a su anterior propietario, el empresario náutico Pedro Pons Cardona, en aplicación de la Ley de Puertos.

La paralización que sufre el proyecto presentado por la Cofradía a la APB la pasada primavera para construir seis almacenes y un bar en la parcela contigua a la Casa del Mar, unido a la actual crisis económica, ha hecho claudicar a los pescadores y ahora barajan como opción más plausible el alquiler de señalado local. La decepción del patrón mayor, Pito Quintana, es evidente y es que los pescadores de Maó están a punto de renunciar a su viejo sueño. "Tenemos que adaptarnos a lo que hay", comenta práctico.

Hay que tener en cuenta que según el Plan de Utilización de Espacios Portuarias de Maó, la parcela contigua a la Casa del Mar, propiedad de la APB está destinada a usos pesqueros, por eso la Cofradía había puesto sus ojos en ella desde hacía tiempo. Sobre el citado solar, la Cofradía estaba dispuesta a levantar las nuevas instalaciones haciendo frente a una gran inversión a cambio de una concesión por parte de ente público durante 25 años. Incluso se habló del pago de un alquiler mensual en el caso de que APB costeara las nueva infraestructura.

El colectivo apenas dispone de unas precarias instalaciones de unos 29 metros cuadrados en las inmediaciones de su sede y el pasado mes de abril recibió además una carta de la Dirección General de Pesca en la que se instaba a la Cofradía a adecuar el local a la normativa vigente.

La cuestión se centra ahora en saber cuál será la cuantía del alquiler que APB solicitará a la Cofradía para ocupar este espacio. El justiprecio pagado en su día por el ente público en la expropiación del empresario náutico fue elevado y se antoja que el coste del arrendamiento a la Cofradía también podría serlo.