Estreno. El primer día, los alumnos estaban algo perdidos en las nuevas instalaciones. - Carles Mascaró

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La Escola d'Adults de Ciutadella está de enhorabuena por el inicio, ayer, de las clases en las nuevas dependencias anexas del instituto Josep Maria Quadrado, lo que supone el desahogo que necesitaba el centro, tras años padeciendo falta de espacio en el local que ocupaba en el Carrer Pius VI.

El traslado a las nuevas instalaciones se hizo justo antes de Navidades, pero no fue hasta ayer cuando se hicieron allí las primeras clases. Según explicaba la directora de la Escola d'Adults, Assumpta Lluch, el cambio es evidente al pasar de las 7 aulas de que disponían antes, a las 17 con que cuentan ahora. "Allí lo pasábamos mal porqué no cabíamos, ahora tenemos más espacio", indica. Y es que la Escola d'Adults cuenta con 1.300 matriculados, una cifra parecida a la del curso anterior pero que, gracias al cambio de ubicación y a su mayor capacidad, podrá admitir aún un mayor número de alumnos. "Ahora tenemos un margen de crecimiento grande", dice Lluch.

El primer día en el "Quadrado" sirvió a los primeros alumnos para familiarizarse con las instalaciones y saber en qué aula se hace cada curso. Porqué en el anexo también está el Conservatorio de Música, las dependencias del Equip d'Atenció Primerenca, de la Escola d'Idiomes y aulas del propio instituto (en el primer piso), así como la ludoteca, el Punt Jove y el Casal Jove en la planta baja.

Menos alumnos de catalán

Lluch explicó que mientras el número total de matriculados se está manteniendo, no sucede lo mismo en el caso de los cursos de catalán. Así, la directora del centro señala que se ha perdido alrededor de una cuarta parte de las más de 400 matrículas que había en cursos anteriores, por los cambios introducidos por el Govern y que eliminan la lengua catalana como requisito a la hora de acceder a la función pública.

Escola de música

Con el traslado de la Escola d'Adults al anexo del "Quadrado", el Ayuntamiento dispone ahora del local del Carrer Pius VI, que pasa a ocupar la Escola de Música, a la que hace tiempo que también se le han quedado pequeñas sus dependencias en la Plaça de la Catedral, y que ha tenido que buscar espacios adicionales para poder dar salida a la creciente demanda de las enseñanzas musicales que hay en Ciutadella.