Maó. El acusado, saliendo de los calabozos de la Policía Local en julio de 2010, será juzgado en Maó el 6 y el 9 de febrero - Archivo

TW
0

Seis delitos de agresión sexual, dos de ellos en grado de tentativa, podrían costarle a M.A.C.P., el presunto autor de los mismos, casi 30 años de cárcel, en concreto 27 años y 22 meses, además de la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y el pago de indemnizaciones por valor de 36.073 euros en concepto de responsabilidad civil por las lesiones, secuelas y perjuicio moral sufridos por sus víctimas.

Será el juicio, que se celebrará los días 3 y 6 de febrero ante la Audiencia Provincial de Palma desplazada a Menorca, el que determine si prospera esta petición de condena, contenida en el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal, que establece, asimismo, los hechos que se imputan presuntamente al acusado y que despertaron gran inquietud en la Isla, concretamente en la zona de Levante entre los meses de abril y julio de 2010.

En este sentido, el documento recoge de manera sucinta seis agresiones. La primera de ellas , y más grave (el Fiscal pide 12 años de cárcel) tuvo lugar sobre la una de la madrugada del 10 de abril, cuando el acusado se abalanzó sobre una joven que se hallaba en la parada de autobús de Son Vilar, en Es Castell, y la arrastró, agarrándola por los brazos y tapándole la boca, hacia el Camí Vell, donde consumó la agresión.

Una semana más tarde, más o menos a la misma hora, y en las inmediaciones del Cala Figuera, en el puerto de Maó, el acusado atacó a otra chica, si bien ésta pudo escapar, aunque recibió una patada. Al día siguiente, sobre las once y media de la noche, en la calle Agamenón de Es Castell, asaltó a otra y tras darle un puñetazo, agarrones y golpes le realizó tocamientos por encima de la ropa.

Según el relato del fiscal, ese mismo día, poco antes de medianoche, el acusado sorprendió a otra joven en Son Vilar, la arrastró a la entrada de unos apartamentos, dándole puñetazos en la cara. Los gritos que la víctima profería y los de un vecino hicieron que el agresor abandonara el lugar, dejando malherida a la joven.

El escrito de conclusiones recoge otras dos agresiones, acaecidas en el mes de julio. La primera de ellas, el día 4, sobre las tres y media de la madrugada, tuvo lugar en el aparcamiento de la Sínia des Cuc, de Maó, donde tiró al suelo a otra chica, la golpeó por todo el cuerpo y la sometió a tocamientos. La segunda se produjo tres días después poco antes de la una de la madrugada, cuando el acusado derribó una motocicleta en la carretera de Sant Lluís, empujó a su conductora contra una pared seca, golpeándole la cabeza, y la sometió a tocamientos al no poder bajarle los pantalones.

Malestar

Los hechos que se enjuiciarán en Maó la próxima semana generaron una gran inquietud en la primavera-verano de 2010, desde que las redes sociales se hicieron eco de una de ellas, cuya víctima quiso contar su experiencia para alertar a otras jóvenes de los hechos poco después de que sucedieran. La noticia saltó a todos los medios y el 24 de abril, se producía una concentración para protestar contra la inseguridad ciudadana ante el Ayuntamiento de Maó.

A mediados de mayo, Javier Tejero, el entonces director insular de la Administración General del Estado, confirmaba que eran cuatro las agresiones denunciadas en la zona de Levante, si bien la opacidad fue la nota predominante a la hora de informar de las mismas, lo que se justificó por la voluntad de no entorpecer las investigaciones. El ahora acusado fue detenido el 14 de julio, cuando las denuncias ascendían a seis, y tres días después quedó en prisión preventiva.