MONTIEL. Una de las voces jóvenes más importantes de la lírica - OSKAR CECERE

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La mezzosoprano María José Montiel actúa por primera vez en Menorca el próximo sábado en un concierto benéfico en el Teatre Principal de Maó. Estará acompañada al piano por el mallorquín Miquel Estelrich en una ocasión única que concluirá el ciclo de conferencias del Foro Menorca. Sin duda, se trata de una de las voces jóvenes más importantes de la lírica española de cuya carrera nacional e internacional destacan sus aclamadas interpretaciones de Carmen de Bizet o del Réquiem de Mozart, que le han valido un reconocimiento mundial, siendo admirada por su maravilloso timbre vocal, su delicadeza interpretativa y su comunicación escénica. En el año 2010 obtuvo el premio a la mejor cantante femenina, cuyo galardón concede la Fundación Premios Líricos Teatro Campoamor, convirtiéndose en la primera española en recogerlo. Esta madrileña dueña de una carrera prolífica y de largo recorrido, ha cantado en los escenarios más importantes del mundo sin olvidar sus repetidas colaboraciones con Riccardo Chailly y Plácido Domingo o directores de la talla de Zubin Mehta, Lorin Maazel o Pinchas Steinberg, entre otros. Gran estudiosa del repertorio de Lied, canción española y francesa, ha ofrecido más de un centenar de recitales, la mayoría junto a Miguel Zanetti y muchos de ellos grabados en CD. Su discografía abarca un total de 17 discos, trabajos que ha realizado para sellos como Dial, BIS, RTVE, Ensayo, Fundación Autor, Deutsche Gramophon y Stradivarius; su disco Modinha con Lieder de Brasil y junto a Luiz de Moura fue finalista Premios Grammy y su DVD Madrileña bonita obtuvo el DVD de Oro.

¿Quién es María José Montiel?
Es una persona para la cual la música es una verdadera vocación, para la que cantar es dar amor, es dar entrega. Para mí, el canto es la voz del alma desde que nací. En mi casa viví la música en primera persona porque mi madre es pianista, mi abuelo era barítono y por tanto, se cantaba ópera, se cantaba zarzuela e incluso, los domingos, en la mesa, se cantaba mucho con lo que la música, siempre ha formado parte mi vida. Como ves, soy una persona que ha vivido para la música desde siempre y lo he hecho con pasión, con un enorme tesón porqué soy una persona muy luchadora, con una vocación por conectarme con el universo, con las personas a través de la música y el canto para ser feliz y hacer felices a los demás. Creo que todos tenemos la misión, desde el ámbito que nos haya tocado en la vida, de hacer felices a los demás. Es lo que siento y lo que trato de expresar.

¿Este carácter luchador le ayudó en el momento que tuvo que realizar el cambio de tesitura de voz?
(se ríe) Pues no lo sé, la verdad porque yo siempre he sido así pero seguro que me ayudó. El cambio de tesitura de soprano a mezzo la hice en el año 2000. Era una cosa que uno mismo no se ve pero que mucha gente me decía que era obvia, porque mi voz tiene un tinte de color aterciopelado, más oscuro…

Una voz como la de Berganza...
Bueno, precisamente Teresa Berganza fue una de las primeras personas que me comentó que debía cantar como una mezzo. Yo tenía 22 años y estaba interpretando una ópera barroca en el pequeño teatro Carlos III del Escorial cuando me lo sugirió. La verdad es que para mí era un cambio difícil porque desde que empecé a los 15 años, me había preparado siempre con voz de soprano. Luego me fui a cantar a Viena para aprender con la soprano rumana, Ileana Cotrubas, y también me dijo lo mismo. Me acuerdo que le canté un Cosí Fan Tutte de Mozart pero ella me reafirmó que mi papel estaba en otra tesitura. Esto me fue llevando por otros caminos para hacer este cambio de cuerda que me abrió las puertas a iniciar una carrera internacional.

No debió ser fácil... es como si hubiera hecho dos veces la carrera de cantante.
Realmente fue un gran cambio para mí. No es la primera vez que se produce una situación de estas características con un cantante de ópera y de hecho, grandes nombres de la lírica que hoy conocemos también hicieron un cambio de cuerda en su momento. Gracias a Dios, esto me ha permitido poder hacer una carrera importante y debutar en grandes papeles como los de Carmen, debutar con la Favorita, con Amneris en Aída y luego poder hacer el Réquiem de Verdi, cantar con Zubhin Metta y toda una serie de experiencias satisfactorias que nacen a partir de este esfuerzo.

Y luego vino el prestigioso Premio a la Mejor Cantante Femenina Bueno, los premios son una recompensa a una trayectoria, como bien sabes. A un trabajo, a todo lo que hablábamos al principio. Fue un momento de mi vida de enorme satisfacción, de reconocimiento a un trabajo de más de 20 años de trayectoria. Era la primera española que lo recibía y si miraba hacia atrás, con todo lo vivido, fue muy emocionante.

La ópera Carmen ha supuesto su mejor rol encima de los escenarios ¿no es así?
Carmen ha supuesto el personaje que me ha dado más renombre internacional junto con el Réquiem de Verdi. De Carmen, a nivel rol, he hecho muchísimas versiones. Es un personaje que me gusta por la cantidad de colores psicológicos que tiene, porque en la ópera casi aparecen cuatro mujeres diferentes. Me gustan así los personajes como Carmen o Amneris, en Aída, con un recorrido psicológico desde el primer acto hasta el final. La Carmen del primer acto que es una chiquilla que aparece en la plaza para montar su show, que se divierte. Una mujer trabajadora, luchadora en un mundo de hombres, dominado por una burguesía machista. Está también la Carmen sensual que está interesada en jugar con los hombres y en el cuarto acto encontraremos situaciones muy actuales del monstruoso maltrato hacia las mujeres donde morirá. Como te digo, es un personaje que me parece apasionante, que me divierte mucho. Después de verano voy a debutar con Bizet otra vez en la ópera de Atlanta.

¿Dónde se ha perdido la zarzuela?
Bueno, parece que en nuestro país hay un determinado sector del público que parece no apreciar la zarzuela, que lo consideran un género menor frente a la gran ópera pero en el extranjero, cada vez que haces alguna pieza de zarzuela en un concierto, es una apoteosis. Hay páginas de zarzuela de una belleza y una categoría musical extraordinarias aunque es un género que no está igual de valorado. En mi caso, también me dedico mucho al lied alemán, que precisamente será una de las interpretaciones que haremos el próximo sábado.

¿Qué la convenció a participar altruistamente en este concierto benéfico en Menorca?
Son varias cosas que confluyen, la verdad. No es la primera vez que hago un concierto benéfico porque me gusta, siempre que puedo, colaborar con mi trabajo, con mi voz, en alguna buena causa, esta vez relacionada con temas infantiles y sociales de la Isla con los que me siento plenamente solidarizada, ya que participo habitualmente con Aldeas Infantiles SOS como madrina de algunos de sus proyectos tanto en España como en el extranjero. Por otro lado, mi amistad con Aurora, desde adolescentes, y finalmente, una especial ilusión por este privilegio de estar en Menorca, en el escenario del teatro más antiguo de ópera de nuestro país. Además, esta isla, musicalmente tiene unos embajadores magníficos como el gran Joan Pons o el propio Simón Orfila, con quien nos une una simpatía muy fuerte y con quien he cantado varias veces.

¿Qué le ha contado su amigo Miquel Estelrich?
Con el pianista Miquel Estelrich tenemos unos lazos musicales muy íntimos y nos une una gran amistad desde hace muchos años. Miquel me ha contado que el Principal es un sitio especial, único. Yo creo mucho en las energías que desprenden los lugares porque cuando sales al escenario de algunos templos operísticos del mundo en los que he tenido la suerte de actuar como Nueva York, París, Viena, te llega directamente toda esta carga emocional. Y sabes que no solo fueron otros intérpretes famosos que estuvieron antes que tú sino incluso los propios compositores como el caso de Verdi, en la Fenice.

¿Y qué espera transmitir al público?
Mi deseo es poder regalar a los asistentes una noche bonita, en la que pudieran olvidar durante dos horas los problemas cotidianos, que pudiéramos con nuestra música, con nuestra alma, llegar a las personas que nos escuchen, para conectarnos con ellas. ¡Ojalá sea una noche mágica!