Iniciativa. Jorge Casado, Juan José Pons, Luis Alejandre y María de la Paz Mañés presentaron el operativo antiincendios en urbanizaciones - Gemma Andreu

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Menorca ha sufrido este año una decena de incendios, el 70 por ciento de ellos forestales. Cuatro de ellos, los de S'Enclusa, Ets Alocs, Son Parc y Sa Costa Nova, provocados en una sola semana por un pirómano y que arrasaron 32 hectáreas, motivaron que las diversas administraciones estudiaran posibles soluciones dirigidas a emprender acciones de prevención y protección en las masas boscosas.

El responsable del Institut Balear de la Natura (IBANAT) en Menorca, Jorge Casado, advierte de que el principal problema una vez que se ha declarado un incendio son las urbanizaciones, puesto que "gran cantidad de recursos se centran en defender los núcleos que no tienen las medidas preventivas desarrolladas para este tipo de urgencias". Por ello, Menorca será el primer territorio nacional en tener un operativo global antiincendios en las urbanizaciones.

La iniciativa será coordinada por las consellerias de Cooperación Local, Movilidad y Ordenación del Territorio con el asesoramiento del IBANAT -que es el organismo competente en la extinción de incendios forestales-, además de la colaboración de los ayuntamientos. Aunque en Sa Roca se ha puesto en marcha un plan de autoprotección, esta iniciativa será la primera que se proyecte como sistema integral.

En concreto, parados y voluntarios asesorados por el IBANAT realizarán unas franjas perimetrales, es decir, eliminarán combustible forestal para que el posible incendio que se declare llegue a la zona con menor intensidad. Casado explica que según normativa, las urbanizaciones que están en la interfase urbano-forestal, o lo que es lo mismo, las que cuentan con masa forestal colindante, deberían contar con estas franjas, una actuación sobre la que se ha trabajo poco a nivel nacional.

De esta manera, el IBANAT ha detectado unos 35 núcleos en esta situación y se han definido los criterios de prioridad. No obstante, y con el fin de evitar "subjetividades" a la hora de establecer esta categorización de las urbanizaciones, la Dirección General de Medio Natural, Educación Ambiental y Cambio Climático ha contratado a un ingeniero de Montes para que redacte un plan integral que defina estas prioridades de actuación y establezca un pliego de condiciones técnicas. Casado señala a su vez que la colaboración ofrecida por el Consell podría haberse integrado en el sistema que el IBANAT ya tiene desarrollado, no obstante, esta iniciativa supondrá una mejora sustancial en protección de incendios. La red que controla el organismo dependiente del Govern está constituida por 44 cortafuegos.

El conseller de Cooperación Local, Juan José Pons, afirma que el proyecto no solo "aumentará la seguridad en las urbanizaciones" sino que a su vez trasladará un mensaje de tranquilidad al turista de que a los isleños "nos preocupa el territorio y el medio ambiente, y que Menorca es un destino seguro". El Consell desarrollará una primera fase del proyecto cuya duración será de tres meses. Durante este período se ejecutarán las franjas perimetrales en una decena de urbanizaciones consideradas de alta prioridad. Tendrán una anchura aproximada de 25 metros.

Contrato a parados

La iniciativa se ejecutará mediante un programa de colaboración social entre el SOIB y el Consell a través del que se van a contratar entre 40 y 50 parados.

Los beneficiarios deben percibir una prestación o un subsidio por desempleo y ser peón forestal, trabajador forestal o jardinero con experiencia. Los seleccionados no perderán la ayuda del SOIB sino que ésta se complementará con una aportación por parte del Ejecutivo insular que permita alcanzar el Salario Mínimo Interprofesional. Los elegidos recibirán un curso de formación, por el que se expedirá un diploma. La directora insular de Ordenación del Territorio y asesora jurídica del proyecto, Maria de la Paz Mañés, explica que el 3 de enero se notificará a los elegidos convocándoles para la selección que tendrá lugar del 14 al 16 de enero.

Respecto a la continuidad del proyecto, Casado señala que la actuación gira en torno a las 100 hectáreas. "Una vez abiertas las franjas, deberían revisarse cada cuatro años lo que supondrían unas 25 hectáreas por año. Con una brigada profesional de ocho personas la actuación podría mantenerse". Con ello, el conseller de Movilidad y Proyectos, pretende que las urbanizaciones se involucren en los trabajos puesto que la medida repercutirá en su propio prestigio".

El proyecto cuenta con una dotación económica de 50.000 euros además de otros 50.000 para la mejora de caminos rurales.