Local. El atraco se produjo veinte minutos después de la medianoche, cuando solo estaban en su interior cuatro clientes y el camarero - Javier

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La pasada medianoche, el bar San Francisco de Maó sufrió el atraco de un hombre que, a punta de pistola y encañonando a dos personas, se llevó 70 euros de la caja. Tras breves instantes en el interior del local, el atracador salió corriendo sin que pudiera ser localizado.

Los hechos ocurrieron a las 00.20 horas de ayer, cuando un hombre entró en este bar de Maó al grito de "el dinero, el dinero". Inicialmente, el camarero y los cuatro clientes que se encontraban en el interior del establecimiento no se tomaron en serio las advertencias, a lo que el individuo respondió encañonando al trabajador que estaba tras la barra y a uno de los clientes presentes.

Según declararon los afectados, el hombre es un varón, de entre 22 y 30 años, no muy alto y de complexión normal. Ocultaba su rostro debajo de una media blanca, y amenazó con una "pistola antigua".

Al verse amenazado, el camarero abrió la caja y entregó un billete de 20 euros al hombre, que insatisfecho, pidió una mayor cantidad. Antes de que se le entregara un billete de 50 euros, uno de los clientes, hermano del propietario del local, pudo salir del establecimiento para llamar a la policía. Esto hizo que al atracador, que se dio cuenta, le entraran las prisas por salir de allí, llevándose únicamente 70 euros de botín.

La huida del ladrón coincidió con la llegada del propietario del bar, que volvía tras haber ido a casa para cenar. "Cuando llegué me encontré a mi hermano en la calle, hablando con la Policía y diciéndome que un ladrón acababa de salir corriendo del bar", narra el gerente del establecimiento.

Según apuntan desde el San Francisco, la Policía acudió de forma rápida, aunque no consiguió localizar al sujeto.

Durante el día de hoy, los testigos han dado su versión de los hechos, y se ha iniciado una investigación para intentar localizar al responsable de este suceso. Los testigos apuntan que fue imposible reconocer al individuo, pues la media que llevaba puesta en la cabeza alteraba totalmente sus rasgos. Lo que sí pueden confirmar es que se trata de una persona de nacionalidad española, pues así lo reflejaba su acento.

Drogas

Según apuntan también los afectados, el hombre que perpetró el atraco presentaba evidentes signos de estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Por otro lado, los presentes también señalan que todo hace pensar que el hombre no se dio cuenta de que había clientes en el bar, pues estaban en un rincón de la sala no visible desde el exterior. De ahí que una de las cuatro personas pudiera salir a la calle para alertar a la Policía mientras el camarero entregaba el dinero al hombre.