A rebosar. La sala del Ateneu se llenó de público con ganas de conocer un poco más sobre el proyecto - Paco Sturla

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La conveniencia de que se ejecuten las obras de la carretera general, en sus tramos entre Maó y Alaior y Ciutadella y Ferreries, fue objeto de debate el jueves en la mesa redonda que organizó el Ateneu de Maó, y para la que se contó con expertos en la materia. Una iniciativa que sirvió para exponer las versiones opuestas sobre este tema y para ofrecer argumentos al público con el objetivo de formar opiniones más fundadas.

Participaron en el acto el decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Carlos Garau; el ingeniero autor del proyecto de la Me-1, Rodrigo del Pozo; el representante del Colegio Oficial de Arquitectos de Menorca, Jesús Cardona; un miembro del GOB, Miquel Camps; y el responsable de Movilidad del Consell, Luís Alejandre.

Inició el debate el conseller, exponiendo que el equipo de gobierno del que forma parte llegó al Consell con el proyecto de la variante de Ferreries muy avanzado, pero con los de los tramos Alaior-Maó y Ferreries-Ciutadella muy retrasados. De ahí que la institución insular se apresurara con los procesos para hacer realidad unas mejoras que consideran imprescindibles para Menorca.

Por parte de los técnicos, el ingeniero que ha trabajado en el proyecto explicó las obras planteadas, y defendió las soluciones halladas como "menos impactantes de lo que puede parecer en los planos". Así, aseguró que se han buscado las mejores alternativas, como las rotondas a un segundo nivel, para evitar los giros a la izquierda.

Mientras, Jesús Cardona apuntó que este proyecto llega en un contexto en que se carece de un "Plan Sectorial de Carreteras que quedó parado en 2009", aunque apuntó que "hay más coincidencias que divergencias" entre las opiniones enfrentadas. Asimismo, apuntó que el proyecto "debería enriquecerse con el conocimiento y la perspectiva del territorio", con el objetivo de ajustar el proyecto a unas dimensiones adecuadas en función de lo que es Menorca.
Por otro lado, en relación al argumento del aumento de la seguridad en la carretera, Cardona señaló que la Isla tiene una siniestralidad baja. "En la última década los accidentes se han reducido mientras que el tráfico ha ido incrementándose, y sin necesidad de grandes mejoras". Así, y en relación al impacto paisajístico, Cardona afirmó que estas actuaciones "multiplican las superficies de asfalto y el impacto visual" que estas supondrán, y dijo que "las soluciones proyectadas para las intersecciones crearán un efecto propio de periferias en zonas rurales con un activo paisajístico importante para Menorca, algo que parece que no tiene demasiado sentido".

Desde el GOB, Miquel Camps lamentó que este tema "se haya planteado como un conflicto entre el Consell y el GOB", y manifestó que "el convenio de carreteras con el Ministerio es positivo". "El GOB no está en contra de las mejoras en la carretera general". Además, recordó que "en 2006 hicimos propuestas para mejorar la Me-1, porque vimos el problema de los vehículos especiales, tractores, bicis o motos, que van a 40 kilómetros por hora y provocan retenciones y adelantamientos indebidos y peligrosos. Por eso propusimos arcenes más grandes, como los que hay entre Maó y Alaior".

Por contra, Camps sí que se mostró en contra de algunas propuestas planteadas para eliminar giros a la izquierda, con rotondas "que incumplen el Plan Territorial que está vigente", y aseguró que la carretera general "es bastante segura, desde Tráfico dicen que en Menorca ya no hay puntos negros". Por todo ello, el GOB insta a buscar otras soluciones distintas a las planteadas por los técnicos, para evitar impactos tan considerables como los que denuncian habrá con este proyecto.

En su intervención, el decano del Colegio de Ingenieros, Carlos Garau, recordó que este proyecto llega con otro debate de trasfondo, el del desdoblamiento de la Me-1. Así, consideró que "esta solución siempre la tendremos ahí, pero mientras no sea necesario es conveniente mantener y conservar la carretera en su mínimo razonable, ya que es un valor que tenemos en Menorca". Por eso, y en previsión de que Madrid tardará en volver a invertir en las carreteras menorquinas, Garau es partidario de "realizar los enlaces que garanticen la seguridad en el tráfico para los próximos 25 o 30 años", a través de la propuesta que se debate. "Son obras que ayudarán a retrasar la posibilidad de ampliar la carretera", remarcó.

Consenso

El conseller Alejandre se congratuló de que, en cualquier caso, haya más coincidencias que desacuerdos entorno a la Me-1. "Es el proyecto inicial, aún no hay uno definitivo, tendremos en cuenta las alegaciones", declaró.