Prácticas. Los alumnos del curso de Estructuras reparan los agujeros de una embarcación de fibra - Gemma Andreu

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El aparcamiento del Centro del Mar está lleno a media mañana del miércoles. Apenas quedan un par de plazas libres. Lo que parece una anécdota no es tal cosa. Es un indicador claro de que el centro formativo funciona a un alto rendimiento, con una actividad que para muchos es desconocida pero que se está consolidando después de un arranque con demora y algún paréntesis (segundo semestre de 2011).

En estos momentos se desarrollan en el Centro Nacional de Formación Profesional Ocupacional del Mar cuatro cursos, que acabarán aproximadamente en mayo y que reúnen a un total de 65 alumnos. Para antes del verano se ha programado un quinto. La cifra es elevada si se tiene en cuenta que el Centro del Mar, con personal para abrir solo por la mañana, tiene capacidad para acoger al mismo tiempo un máximo, aproximadamente, de seis actividades formativas.

Concretamente ahora se imparten los dos cursos que existen en el primer nivel y uno de los tres contemplados en el tercer nivel. Para acceder al primer nivel no se requiere formación previa, ni la ESO. Los dos cursos son Estructuras (fibra, madera y pintura) y Sistemas (mecánica, electricidad y aparejos). "Capacita para trabajar en el mar desde el punto de vista más amplio posible, en todas las ocupaciones que tienen que ver con el mar, operarios, ayudantes, peones, limpieza, camareros...", comenta el director del centro, José María Cardona Natta. El tercer nivel requiere el Bachillerato y ofrece conocimientos asimilables incluso a una ingeniería. En estos momentos se imparte Diseño Naval. "El nivel previo de algunos alumnos es verdaderamente muy alto", comenta el responsable de las dependencias ubicadas en la zona de Bintaufa de Maó.

El Centro del Mar ofrece además actividades formativas dependientes de Marina Mercante, a través de la Escuela Náutica de Palma. Al coincidir en contenidos estos cursos y los del SOIB, un mismo alumno puede avanzar en la obtención de dos titulaciones al mismo tiempo y en el mismo espacio. El cuarto curso que se desarrolla en la actualidad depende de Marina Mercante, Formación Básica en concreto. El quinto previsto antes del verano también pertenece a este grupo, Marinero de Puente.

En breve se cumplirán tres años desde la inauguración oficial de estas espectaculares instalaciones (15 de marzo de 2010), aunque el funcionamiento efectivo del centro se remonta a noviembre de 2009. Cardona Natta explica que desde su apertura se han realizado unos cuarenta cursos, que han ofrecido conocimientos en las distintas profesionales relacionadas con el mar a más de quinientas personas. Cabe recordar que el Centro del Mar depende del SOIB, por lo que solo pueden acceder a los cursos propios personas en situación de desempleo.

El paro abunda. Por este motivo, las quince plazas previstas para los cursos del SOIB (veinte en el caso de las acciones formativas de Marina Mercante) se suelen llenar con frecuencia. Incluso el Centro del Mar ha contado con alumnos de fuera de la Isla, procedentes de Formentera y Mallorca. "El centro es de referencia a nivel nacional, tiene esta vocación. Incluso en un primer proyecto estaba previsto construir un albergue", explica Cardona Natta.

Una de las novedades de este año es que los alumnos de los cursos del SOIB tienen que realizar cuarenta horas de prácticas en empresas. Y eso pese a que las prácticas que se desarrollan en los enormes y bien dotados talleres del Centro del Mar son de alto nivel, potentes. "El alumno sale de aquí preparado para trabajar", afirma Cardona Natta. La relación con el empresariado se remonta a los mismos inicios del Centro del Mar. Se celebran reuniones periódicas con colectivos como ASMEN para evaluar necesidades y proponer acciones. La colaboración con empresas se extiende a acciones puntuales, como la de un fabricante de motores que quiso explicar el funcionamiento de uno de sus modelos a quien quisiera escuchar. Además de donar a cambio una unidad al propio Centro del Mar.

Los cuatro talleres de que dispone el Centro del Mar (mecánica, electricidad, aparejos y fibra/pintura) están equipados como la más avanzada de las empresas del sector. Maquinaria adquirida por vía ordinaria o, en el caso de la usada, a través de donaciones permite a los estudiantes tocar la realidad laboral del sector. "Un profesor nos dijo que prefería motores viejos para las clases, porque luego los profesionales se van a encontrar tornillos oxidados, no nuevos", comenta el director.

Las 'víctimas' de las prácticas de los alumnos son tres embarcaciones de fibra y un llaüt de madera propiedad del Govern, "dados de alta como toca", y dos llaüts más donados por particulares. Abundan los motores de todo tipo. En el momento de esta conversación, un grupo de alumnos del curso de Estructuras estaban sometiendo a una barca de fibra a una reparación colectiva de agujeros creados para la ocasión. "Simulamos averías reales, y tiene que quedar lista para llevarla al mar".

La aplicación de novísimas tecnologías permite pintar, usar aceite, lijar, con un respeto total y absoluto hacia el medio ambiente. Separadores de materias, grandes filtros... También en seguridad se está a la última, como lo demuestran los trajes de bomberos que se utilizan para las prácticas del curso de Formación Básica.

Cardona Natta resopla cuando se le pregunta por el nivel de inserción laboral de las personas que han realizado algunos de los cursos del Centro del Mar. "Esto no lo podemos saber". Aún así reflexiona que la coyuntura económica actual es muy compleja, y que el sector náutico menorquín no es ajeno a ella, por lo que cualquier incorporación a una plantilla profesional es altamente complicada.