Irregular. APB afirma que el fondo del puerto tiene un perfil con variaciones frecuentes en su profundidad - Archivo

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Autoridad Portuaria de Balears está realizando batimetrías en el puerto de Maó, para determinar en qué zonas existen problemas de calado que puedan dificultar no sólo la entrada de buques, sino también que puedan operar sin riesgos dentro de la rada.
Estos estudios llegan después de que APB decidiera no iniciar el dragado del puerto, después que la Fiscalía Superior de las Illes Balears le remitiera una copia del decreto en el que se ordenaba la suspensión urgente del dragado hasta que no se practiquen "determinadas diligencias de prueba por parte de la Fiscalía de Medio Ambiente", tal y como informó este periódico el pasado 27 de marzo.

En una nota, Autoridad Portuaria señalaba que "no se descarta que para esta próxima temporada deban suspenderse algunas escalas programadas de cruceros turísticos o de otro tipo de buques". Una apreciación a la que los consignatarios quitaron importancia, asegurando que "la afectación será mínima ya que apenas hay previstas escalas de gran calado".

Según apuntaron ayer fuentes de APB, el puerto de Maó tiene un fondo muy irregular. Además, afirmaron que la dársena precisa de unas profundidades de entre 8 y 9 metros para garantizar la maniobrabilidad de los barcos, un calado que no se encuentra en varias zonas del puerto. Así, desde el ente indican que se está evaluando hasta qué punto existe riesgo para que los buques puedan operar, algo que se hace a través de batimetrías.
batimetrías constantes

Además, desde APB aseguran que estos estudios del fondo del puerto tendrán que ser continuados mientras no se lleve a cabo el dragado ya que, según explican, cada vez que una embarcación de gran calado entra y maniobra dentro de la ensenada, remueve los lodos, con lo que el perfil del fondo se modifica constantemente. Así, y para garantizar siempre la máxima seguridad, habría que realizar batimetrías de forma continuada.
peticiones concretas

Desde Autoridad Portuaria señalan que han recibido peticiones concretas por parte de varias compañías en relación a la falta de calado que hay en determinadas zonas del puerto, aunque las fuentes consultadas no quisieron precisarlas, alegando que se tratan de informaciones de uso interno.

En cualquier caso, y tal como informó 'Es Diari' en su edición del 28 de marzo, los consignatarios recordaron que el crucero que precisa una mayor profundidad es el Saga Sapphire, de 200 metros de eslora, capacidad para más de 700 pasajeros y un calado de 8,3 metros, una embarcación que ya operó sin problemas el año pasado. Así, desde la empresa consignataria Federico Cardona Trémol S.L. recordaban que "Autoridad Portuaria nos ha garantizado en más de una ocasión que en el puerto de Maó pueden maniobrar barcos de hasta 8,5 metros".

De este modo, los consignatarios consideran que no existe ningún riesgo para que recalen en la ciudad los cruceros programados, ya que el de mayor envergadura, el MSC Sinfonía, de 251 metros de eslora y una capacidad para 2.200 pasajeros, no llega a superar los 7 metros de calado, lo cual se explica en que las embarcaciones de más reciente botadura calan a una menor profundidad.