El Ministerio de Defensa pide 10 millones por el aeródromo

El anuncio publicado recientemente por el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa no deja lugar a dudas. El Aeródromo de San Luis, tal y como aparece inventariado, es uno de los muchos inmuebles que el ministerio que dirige Pedro Morenés ha decidido poner a la venta para, por una parte, reducir los gastos derivados de su titularidad y, por otra, conseguir fondos que compensen las exiguas arcas públicas.
No es el único en Menorca. El Ministerio de Defensa también ha puesto a la venta los cuarteles de la plaza Explanada de Maó, si bien en este caso se desconoce el precio. Según fuentes consultadas, esto se debe a que "todavía no se ha producido un tanteo que permita fijar el punto de partida", algo que tampoco ha sucedido, en principio, con el aeródromo pero que, a diferencia de este inmueble, sí dispone de una tasación inicial.

Uno y otro caso han captado el interés del Consell que ha abierto negociaciones con Defensa con la finalidad de "encontrar la mejor salida". "Es evidente que nadie pagará esta cantidad", opinó ayer el conseller de Movilidad y Proyectos sobre el caso concreto del aeródromo. Entre las opciones que maneja la institución insular y con las que quiere convencer al Ministerio para que continúe dejando la gestión de las instalaciones aeronáuticas en manos del Aeroclub se encuentra el alquiler o la venta "a un precio razonable", así como alternativas que permitan a Defensa "liberarse de determinados gastos".

Luis Alejandre, que no quiso desvelar más detalles de una negociación que "sigue abierta", dijo comprender la decisión tomada por el Gobierno de Mariano Rajoy de desprenderse de patrimonio por su "elevado coste".

El viacrucis del Aeroclub
La preocupación por el futuro del Aeroclub vuelve a hacer mella entre sus socios. Una vez finalizado el proceso de reversión de los terrenos a sus antiguos propietarios y sin que surgiera ningún comprador y pocos meses después de que la Audiencia Nacional les notificara la anulación de la sanción de 135.000 euros interpuesta por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea por competencia desleal en el ejercicio de una actividad que los denunciantes entendieron como ilegal, los socios ven frente a ellos una nueva amenaza.

"Hay que hacer todo lo necesario para mantener el uso actual y entendemos que el primer paso lo tiene que dar el Consell que es quien debe capitanear esta cuestión", sostuvo ayer el presidente de la entidad, José Luis Barrero, quien por otra parte evidenció su sorpresa por el precio inicial fijado en diez millones de euros. "Esa cifra no se ajusta a la realidad", a lo que añadió que "tal y como está ahora no se puede hacer nada allí". Barrero se refería a las estipulaciones contenidas en el PTI y el PGOU de Maó, municipio al que pertenecen la mayor parte de los terrenos, según las cuales la práctica totalidad de la superficie que ocupa el aeródromo está calificada como "equipamientos".

El presidente del Aeroclub apeló ayer a la historia de la entidad y al "cumplimiento escrupuloso" del acuerdo de cesión firmado a comienzos de los años setenta con el Ministerio de Defensa para conseguir mantener la actividad aeronáutica, pero ante todo hizo especial hincapié en el uso social que se ha dado al aeródromo a lo largo de todos estos años, siendo las tareas de vigilancia forestal uno de los ejemplos más claros.

Barrero destacó, asimismo, la actividad deportiva que aglutina el Aeroclub y advirtió que, si se cierra la pista del aeródromo, Menorca solo dispondrá del Aeropuerto, "instalación con fines comerciales", mientras que Mallorca, a parte de Son Sant Joan, cuenta con Son Bonet para los vuelos de aviación general y deportiva, también gestionado por AENA, así como con diferentes aeródromos privados.