CREATIVO. Es el creativo español que ha conseguido el cargo más alto en una agencia multinacional - Javier

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Dicen que el espíritu de Barcelona' 92 transformó la capital catalana en un referente. ¿Se puede conseguir lo mismo con la candidatura talayótica de la UNESCO?
La Menorca talayótica es un lujo, un privilegio que tiene esta Isla porque cuando uno mira otros emplazamientos turísticos, se da cuenta que contamos con algo único y digo contamos, porque te hablo como menorquín de adopción que hace 25 años viene invierno y verano. Lo que sucede es que creo que la Menorca talayótica, no es separable del resto de la oferta menorquina.

Para mí, forma parte de un todo y cuando pienso en la oferta, inevitablemente, pienso en lo que me hace venir a Menorca. Creo que la respuesta viene dada por un conjunto de elementos que hace que me sienta bien y entre ellos, está el elemento cultural, que no separaría del resto porque no imagino lo talayótico como una oferta individualizada. A mi modo de ver, poca gente vendrá exclusivamente a ver los talayots porque la gente viene a buscar calma, a disfrutar de un descanso, de unos valores vacacionales y además, busca espacios que los quiere dedicar a ocio cultural. Por tanto, creo que lo talayótico es complementario de otras cosas a la vez que otras cosas, lo son de ello.

¿Qué se puede hacer con este museo al aire libre?
Desde el punto de vista formal de la comunicación, una de las dificultades que veo es que no estamos hablando de un único y poderoso elemento de tamaño y visibilidad, sino de algo que está muy esparcido. La Alhambra, por ejemplo, que estará representada por su directora general en la mesa del foro, es un elemento único. Se da una simbiosis ciudad-Alhambra como pasa aquí Menorca-talayot porque la Alhambra, sin los Cármenes, no sería lo mismo. Imagino que si todos los talayots estuvieran en un solo lugar, entonces sería un parque temático. En este sentido, tenemos limitaciones que se deben estudiar pero también es verdad que en esta isla, todo tiene un tamaño.

¿Cómo se trabaja un cambio de posicionamiento de sol y playa hacia turismo cultural?
Sin traumas, "a poc a poc", como se dice aquí. No se consigue simplemente con decir que ahora vamos a ser otra cosa. Como ejemplo, recuerdo que hace tiempo me pidieron una campaña para otra isla más grande llamada Cuba. Era más bien un trabajo de asesoramiento para dejar de ser un destino de playa y sexo, convirtiéndose en espacio cultural. Estuvimos trabajando con un grupo de profesionales y el concepto básico naciente vino a decir "Si no has estado en el Ballet de Cuba, no has estado en Cuba", es decir, hay muchas más cosas que hacer. De hecho, el slogan final que propusimos pero que no acabó saliendo a la luz , decía

"Si no has estado en Cuba, no has estado en Cuba".
Haciendo un paralelismo podríamos decir, "si no has estado en un talayot, no has estado en Menorca". Desde mi punto de vista, lo que no vamos a conseguir es que de repente, los que vengan, solo lleguen atraídos por el talayot, más allá de que seguramente tendremos visitas de este tipo. Debemos ir aumentando la pirámide para que aparte de venir por una causa, puedan hacerlo por otras. El cómo lo hagamos o consigamos, tiene que ver en cómo vayamos a contar la historia pero esto, ya lo explicaré el día del foro....

¿Tenemos que aprovecharnos también de la serenidad de Menorca para ofrecer algo diferente?
Claro, la calma está muy bien pero también tiene que tener una narración. Menorca también tiene que ser entretenida pero sin seguir el estilo de Mallorca o de Eivissa sino con un sello autóctono, un sello menorquín. Y de hecho, ya se está haciendo porque por ejemplo, lo de los martes en Maó para la música, es una diferenciación positiva. El punto de partida es saber lo que es Menorca y lo que no es. Hay algunas cosas que me parecen bien, pero hay otras cosas que son una atrocidad.

¿Por ejemplo?
La desmesura y con ello me refiero, por ejemplo, a la cárcel o las farolas que van de Sant Lluís hasta Maó. Esta isla tiene un tamaño y es muy sensible a cualquier cambio que altere la relación con ella. Esta sensibilidad hace que cualquier error pueda tener muchas más consecuencias que en otro lugar. En este sentido, las personas que tienen que tomar las decisiones se lo tienen que pensar mucho porque dos errores graves, te cambian la isla. De momento, las cosas se están haciendo bien y no quiero ser especialmente crítico porque sé que hay muchas personas tomando muchas decisiones, por lo que es normal que se cometan errores.

A lo mejor, sería bueno que hubiera una voz última, un discurso último sobre lo que es la isla y lo que pretende ser. Quizás buscar un César Manrique en la Isla como se hizo en Lanzarote, entre los que están por vocación o que simplemente, vienen a estar.

¿Existe la marca Menorca o es una marca blanca como dicen?
La marca Menorca existe con una fuerza inmensa y nadie me va a convencer de lo contrario. Cuando dices a alguien que vas a Menorca, la gente pone claramente una cara de envidia. Desde el punto de vista turístico, la marca Menorca es de las mejores que existen pero le falta una narración, cosa que explicaré en el foro de agosto en la Isla del Rey.

La marca Menorca es un tema que nos afecta a todos, no solo al ámbito turístico de hoteles o alquileres de coches y toda marca que tenga vocación de crecer y expandirse, precisa de una narración. Coca Cola es una narración, no es una marca porque un logotipo y un nombre, no es nada. En su caso, ellos han puesto detrás la felicidad.

¿Cómo se puede articular la narración en Menorca?
El problema que veo aquí es que cuesta tener una sola narración porque hay distintas perspectivas, diferentes visiones sobre lo que es la Isla o lo que tiene que ser. Me llama mucho la atención, con lo pequeña que es, la cantidad de puntos de vista que existen, que supongo responden a intereses distintos.

Cuando fue nombrada Reserva de la Biosfera, seguro que hubo quien pensó que nos iba a ayudar a hacer más hoteles para que viniera más gente y por otro lado, hubo quien imaginó que con la declaración, Menorca, estaría protegida del todo para no dejar cambiar nada. En estos casos, la solución pasa por buscar un lugar común en el que la gente pueda vivir, pueda salir adelante, pueda mejorar su calidad de vida pero, desde luego, sin construir más hoteles y trayendo más gente.

La noticia que cada año inunda titulares sobre la cantidad de gente que ha venido, debe sustituirse por cuánto han gastado, donde lo han gastado o qué han hecho. Como decía, Menorca es muy sensible y el punto de no retorno, se alcanza en seguida porque son tan solo 700 km2. Llega un momento en que si una playa se satura al mismo nivel que otras playas de otros lugares, ya no hay razón para venir aquí porque sabemos que llegar hasta Menorca, es más complicado y no es barato. El tema está en el plus que ofrezcamos y hoy quizás lo tenemos, pero se puede perder fácilmente.

Si le encargasen un spot publicitario para Menorca, ¿en qué consistiría?
No me lo había planteado pero me parece que no hay que venderla por lo que tiene, sino por el equilibrio entre lo que tiene y lo que no tiene. Recuerdo que hace años había una campaña gráfica en prensa de una isla muy pequeña que decía "Sorry, no McDonalds". No se si me explico pero creo que el que viene aquí es por lo que no hay, porque no hay atascos, porque no hay semáforos, no hay crispación. Desde el punto de vista de la comunicación, creo que Menorca tiene que ser arrogante.

¿Qué quiere decir?
Cuando tú eres Reserva de la Biosfera y quizás en un futuro, Patrimonio de la Humanidad, tienes que tener una voz y una seguridad en ti mismo. Incluso un discurso universal con el derecho a explicar en qué consiste la calidad de vida, en qué consiste el descanso, en qué consiste la felicidad, … a ver, si lo tiene una botella de Coca Cola, ¿no lo vamos a tener nosotros? Incluso la palabra Menorca parece que sea menor y ocurre con demasiada frecuencia, que se mira lo que hace Mallorca o Eivissa.

Nosotros tenemos mucha más autoridad que ellos en muchas cosas porque somos mejores. ¿Qué hemos hecho mejor? Pues no hacer cosas, no equivocarnos y eso significa acertar. Este derecho a decir las cosas también lo debemos proteger y en este sentido, no le hemos sacado provecho a aspectos como la declaración de Reserva de la Biosfera.

¿En qué sentido?
Como te decía, hay muchas interpretaciones de que es y para qué puede servir pero para mí, esta declaración que ahora cumple veinte años sirve para tener una autoridad moral de lo que es la ecología, de cómo se hacen las cosas, de lo que es la felicidad o el respeto, entre otras muchas cosas. Todo eso nos puede servir para construir una narración e incluso, para dar lecciones, para explicar todos estos valores que aquí se cultivan.

Hace poco estuvo aquí en casa un amigo, el cineasta Fernando Colomo y quedó fascinado del saber profundo, de las explicaciones que nos daba una persona mayor de Menorca que nos hablaba con una serenidad y un sentido común, que no lo ves en el discurso de los políticos o de los empresarios. Solo faltaba ponerle una cámara delante y nada más. En este sentido, soy más ecologista de las personas que de otra cosa y pienso que esta sabiduría, debemos mantenerla.

Dice usted que ya no somos un país, que somos una franquicia. ¿Corremos este peligro en Menorca?
Como estás viendo, soy un gran fan de esta isla y no sufro porque corramos este peligro ya que la isla se defiende sola, a no ser que nos equivocáramos mucho. Menorca se defiende con la tramontana y no permite que se hagan tonterías. Estamos en un lugar privilegiado, a un hora de todas partes, ofrecemos unos elementos de seguridad que parecen una tontería pero para los que nos ha tocado viajar, aquí no existen conflictos ni peligros naturales como terremotos o huracanes.

No es casualidad que toda la cultura mediterránea, desde los griegos a las distintas invasiones hayan querido estar aquí. Es muy difícil cargarse todo esto.

¿Qué piensa del todo incluido?
Sinceramente, no creo en él para esta isla por el problema del tamaño. Lo importante es saber cuánto se consume porque en el poco espacio que disponemos, hay que rentabilizar a la persona que nos viene.

Dos autobuses te llenan una cala pero no tienen que ser dos autobuses los encargados, sino coches de alquiler que por la tarde salgan de compras y por la noche a cenar y a tomar algo.

El todo incluido para esta isla me parece un pésimo negocio y no debemos abusar de él sino encontrar el punto de equilibrio sin poner en peligro el resto de atributos.