Una de las imágenes de la crisis económica que nos azota desde 2008 son los locales comerciales vacíos. El progresivo cierre de negocios que dejaron de ser viables y la inercia del 'boom' de la construcción, que hizo que a pesar del parón en el sector de la construcción se fueran terminando edificios residenciales con bajos destinados a estos locales comerciales, han generado una proliferación de espacios sin uso, con cristales polvorientos, opacos de forma artificial, algunos con poco efectivos carteles de "se vende" o "se alquila".
Los fríos números dan una idea de la magnitud de este fenómeno. En 2007 había en Menorca 2.748 comercios minoristas, según consta en el Anuario Económico de la Caixa, una cifra que se ha reducido de forma constante hasta los 1.813 de 2012. Un tercio menos. La disminución de la cantidad de tiendas se ha producido en todos los municipios de la Isla de una forma similar.
En paralelo, el número de inmuebles con categoría de comercial ha continuado aumentado también en todos los municipios de la Isla. Como consecuencia de ello, y según los datos de la Dirección General del Catastro, en 2007 existían en la Isla 2.934 propiedades concebidas para albergar negocios de venta al detalle mientras que en 2013 la cantidad asciende hasta las 3.394 (3.320 en 2012, último año del que hay datos sobre el número de comercios en el Anuario Económico de la Caixa). 450 más.
Cruzando los datos se pueden comprobar como en 2007 había en Menorca 2.934 locales para 2.748 tiendas activas, lo que supone un porcentaje de propiedades vacías muy bajo, casi residual, del 6 por ciento. En estos momentos, hay 1.813 negocios supervivientes para más de 3.300 inmuebles concebidos para este uso, es decir, más de un 40 por ciento de locales comerciales vacíos. Unos 1.500.
En cinco municipios de la Isla más de la mitad de los locales comerciales están vacíos. Especialmente llamativos son las cifras de Es Mercadal y Es Castell. En el primer caso ya existía en 2007 un importante desequilibrio entre las actividades comerciales contabilizadas por el Anuario Económico de la Caixa y los inmuebles considerados comerciales por la Dirección General del Catastro (128 para 208, 80 de diferencia cuando en el conjunto de la Isla la diferencia era de 186). Por lo que respecta a Es Castell, se da la circunstancia que su tejido de comercio minorista se ha visto seriamente mermado con la crisis, pasando de más de cien tiendas a 59. En Es Migjorn Gran el número de cierres ha sido superior al 50 por ciento, pero, como en Maó, se da la circunstancia de que en 2007 había más negocios que locales comerciales registrados en el catastro.
Maó continúa siendo el municipio con más tiendas abiertas, a pesar de que Ciutadella es donde hay más locales. Y es que la mitad del crecimiento que se ha producido en la Isla en los últimos seis años en cuanto a número de locales comerciales se ha producido en la ciudad de Ponent (199) por los 151 de Maó.
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