Manifestación. Las concentraciones se convocan con poca antelación y obtienen una gran respuesta - Gemma Andreu

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Cuatro maestras de Ciutadella bajan de un coche que han estacionado en una calle de Maó. Su objetivo no es otro que participar en la concentración convocada frente al Ayuntamiento para expresar el malestar de la comunidad educativa. Mientras se dirigen a la Plaça Constitución explican los motivos de su malestar, de su indignación, así como lo duro que es llevar a cabo una huelga indefinida en la que se implican por la supervivencia de una mínima calidad en la enseñanza.

Ya en la plaza se encuentran con unas 300 personas, cada vez más a medida que pasa el tiempo. Entre ellas, muchos estudiantes. Algunos jóvenes acceden al balcón del Consistorio para colgar pancartas y dirigirse a los presentes. Lo hacen representantes del colectivo 20 de Juny. Mientras tanto, en el interior, cinco docentes, una madre y un alumno se reunen con una representación del equipo de gobierno municipal, encabezada por el primer teniente de alcalde, Simón Gornés, ante la ausencia de la alcaldesa Águeda Reynés.

Pitos y tambores. Mucho ruido. La concentración, de nuevo con predominio del color verde, adquiere un aire festivo, que no esconde el enfado generalizado, la profundidad de la reivindicación de docentes y estudiantes. Se repiten las reclamaciones de los últimos días y las críticas dirigidas al Govern.