Imagen de archivo de una palmera fectada por el picudo rojo en Mallorca.

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Hace apenas cuatro meses el Consell alertaba del peligro que llegara a Menorca el 'picudo rojo' (Ryhnchophorus ferrugineus), el escarabajo que mata a las palmeras, y que ya se ha convertido en una auténtica plaga en todo el Mediterráneo. Menorca era uno de los pocos lugares libres de esta plaga, pero el Consell detectó y confirmó este pasado martes la presencia del primer ejemplar en una palmera de un jardín particular de Maó.

Ante ello, el Departamento de Medio Ambiente y Agricultura ya ha activado el protocolo de actuación previsto para estos casos, consistente en tratar la palmera, cortar la parte afectada, incinerarla y inspeccionar las palmeras de su alrededor.

Este tipo de escarabajo, procede del sureste asiático y afecta a un gran número de especies de palmeras. En la zona mediterránea afecta especialmente a la palmera canaria y en menor medida a la datilera. En las fases iniciales es muy difícil de detectar. Los síntomas se manifiestan en una asimetría de la corona, un decaimiento de las hojas y un debilitamiento del ojo de la palmera, que lleva a que las hojas se puedan arrancar fácilmente, afectando a la corona, lo que en algunos casos acaba provocando su muerte.

El Consell informa que si se detectan algunos de estos síntomas ese debe avisar de inmediato al Departamento de Medio Ambiente, ya que si no se hace ningún tratamiento, no sólo puede provocar la muerte de las palmera, sino que la plaga se puede propagar fácilmente, debido a que los insectos "demuestran una capacidad de colonización muy elevada, ya que pueden mantener vuelos de hasta cinco kilómetros".

El Consell recibió el aviso el pasado martes por parte de un jardinero profesional de que una palmera de Maó presentaba estos síntomas. Ese mismo día los técnicos del Consell se personaron en la zona y confirmaron que se trataba del picudo rojo. No se pudo contactar con la propietaria hasta el miércoles, que es cuando se cortaron algunas hojas afectadas y pudieron apreciar tres crisálidas, una de las cuales tenía una especie de adulto desarrollado.

La oruga barrenadora
El picudo rojo no es la única plaga que afecta a las palmeras del Mediterráneo. Hace ya años que en Menorca se ha detectado la presencia de la 'oruga barrenadora' (Paysandisa archon) que está expandida en las zonas de Ciutadella, Es Castell y el litoral de Sant Lluís. En este caso, el insecto se alimenta de la palmera, y acaba afectando a sus sistema vascular, aunque el árbol puede aguantar varios años, también puede provocar su muerte.

Los síntomas más frecuentes de la 'oruga barrenadora' son agujeros en las hojas, orificios de salida en el tronco, presencia de excrementos y fibras formando una pasta pegajosa y restos de crisálida. Si se detecta alguno de estos síntomas también hay que ponerse en contacto con el Consell.