La piedra fue retirada a las nueve de la mañana y devuelta a su sitio a poco después de las tres - Josep Bagur Gomila

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A las nueve y media de la mañana una grúa retiraba la piedra que cerraba el tránsito por el camino rural que discurre por el interior del núcleo de hortales de Son Aiet, en Ciutadella. La había contratado una vecina,Francisca Petrus, quien defiende que tiene todo el derecho a retirar este obstáculo colocado en el año 2010 por el resto de vecinos del núcleo.

Tras esta actuación, el camino permaneció abierto durante solamente seis horas. A las tres de la tarde, la misma empresa que por la mañana había retirado la piedra contratado por Petrus volvía con otro camión para dejar la misma piedra en el mismo sitio que antes, a instancias del resto de vecinos de Son Aiet.

El rocambolesco episodio de ayer es un capítulo más del enfrentamiento que mantiene Francisca Petrus con sus vecinos de Son Aiet. En el 2009, el Ayuntamiento de Ciutadella respondió a las quejas de falta de mantenimiento asegurando que la vía era privada, y que por lo tanto el Consistorio no podía adecentar el camino. Ante esta situación, los vecinos acordaron cerrar el paso por el vial. «Si era una vía privada y debíamos costear el mantenimiento nosotros, teníamos el derecho a cerrar el paso», explica Josep Jover, presidente de la Comunidad de Vecinos de Son Aiet. Además, Jover recuerda que a escasos metros hay otro camino, el de Son Vives, que es público, y por el que pueden discurrir los vehículos.
Con esta tesis, los vecinos han ganado los dos pleitos judiciales que Petrus ha interpuesto contra esta decisión. «Nadie le impide llegar a su casa, y todos hemos ganado en tranquilidad y seguridad», explica Jover.

Sin embargo, Petrus apunta que el camino que han cortado los vecinos no es propiedad suya, sino que consta a nombre de la empresa Sociedad Inmobiliaria Edificaciones Menorca, la sociedad que poseía los terrenos de Son Aiet y los fue vendiendo en forma de parcelas. En este sentido, Petrus cuestiona el derecho de los vecinos de cortar un camino que no es de su propiedad, y reivindica que esa vía, tras tanto tiempo, «es ya de todos los ciutadellencs y debe estar abierto».

Todo apunta a que este conflicto no ha terminado.