El edificio necesita ahora una inversión de 9 millones. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Maó no pondrá trabas a la aprobación de un cambio de usos del solar donde se ubica el antiguo hospital Verge del Toro, una vez se certifique la devolución del inmueble a la Tesorería General de la Seguridad Social, se ponga en el mercado y llegue «algún proyecto interesante», según aseguró ayer la alcaldesa del municipio, Águeda Reynés, quien seguía sin tener «comunicación oficial» de la decisión del Govern de renunciar a darle un uso sociosanitario al deteriorado inmueble.

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La alcaldesa, que aseguró que la solución hallada por el Ejecutivo autonómico «fue una de las propuestas que pusimos sobre la mesa», explicó que ese cambio de usos por la vía de una modificación puntual del planeamiento urbanístico de la zona «es muy fácil», aunque matizó que «no vale todo» y que se estudiará con detenimiento en el momento en que lleguen inversores privados: «Lo interesante es recuperar esta zona que está en una situación deplorable». Será un trámite imprescindible ya que, tal como está redactado hoy el planeamiento municipal solo se pueden utilizar los terrenos para equipamientos sanitarios o de servicios sociales.

Por otra parte, Reynés culpó a los anteriores equipos de gobierno de dejar degradar el inmueble y de no llevar a cabo el proyecto sociosanitario antes de que el deterioro requiriera inversiones mayores: «Se sabía desde hacía mucho que habría un nuevo hospital y no se hizo nada. Entonces, la inversión hubiera sido mínima». Reynés explicó que «no renunciamos» a tener un centro sociosanitario que es necesario, «aunque sea en otra ubicación», y sostuvo que «había que encontrar una salida para esta zona».