25 metros. Esa es la longitud de la tela del globo cuando se extiende en su totalidad gracias a los quemadores que generan aire caliente. | Josep Bagur Gomila

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«Ha sido una experiencia de dalt de tot», confesaba Flora Sureda tras disfrutar de un breve viaje en globo junto a la Plaça des Pins de Ciutadella. Un aventura intensa, pero corta, lo que da tiempo a sentir durante los algo más de tres minutos que lleva al globo aerostático ascender 25 metros y volver a bajar. Las sensaciones fueron tan positivas que la usuaria, una de las primeras en probar ayer la atracción estelar de estas navidades, se está planteando contratar una de las excursiones, ya sin sujeciones, que la empresa privada tiene previsto ofrecer para su siguiente etapa en la ciudad. «La próxima vez estaría bien con una copa de cava y todo», bromeaba.

La réplica del histórico globo, con el que los hermanos Montgolfier consiguieron el hito de sentar las bases para el primer vuelo tripulado por humanos de la historia en el sigo XVIII, fue la estrella del día en Ciutadella. Una atracción que, como era de esperar, entusiasmó también a los más pequeños. Poco después de poner los pies en el suelo, Aleix Joan, de siete años, resumía la experiencia con una sola palabra: «guay». Preguntado por si se atrevería a hacer un viaje por todo el municipio, su madre se le adelantó a la hora de dar una respuesta: «A lo Pipi Lastrum, ni hablar», advirtió.

La atracción, si el viento lo respeta, y según las previsiones de la organización, así lo hará, volverá a repetirse esta tarde, de nuevo entre las 17.30 y 19.30 horas aproximadamente. Después, el globo no regresará hasta principios de 2015, entre los días 2 y 5 de enero. El precio de la atracción es de 4 euros, pero el Ayuntamiento ha comprado a la empresa propietaria del globo, Illes Balears Balooning, 800 entradas para poder disfrutar del viaje con un descuento del 50 por ciento. Estas han sido repartidas entre los centros escolares y algunos comercios del municipio.