Informe de la Sindicatura de Cuentas sobre el Ayuntamiento de Alaior en 2012 (PDF)

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«Se ha hecho una montaña de demagogia política de un grano de arena, son cuestiones administrativas que se le explicaron a Sugrañes hace cuatro años y que se sacan ahora para ensuciar la política y por puro interés electoral del PP». Con estas palabras respondió ayer el exalcalde de Alaior, Pau Morlà, a las declaraciones de la actual primer edil, Misericordia Sugrañes, y del diputado del PP, Antoni Camps, quienes pretenden llevar a la Fiscalía anticorrupción el caso de los 17 expedientes fiscalizados por la Sindicatura de Cuentas de Balears.

Pau Morlà niega cualquier tipo de irregularidad en su gestión y en esos 17 expedientes de contratos de obras que el Ayuntamiento llevó al Parlament y éste a la Sindicatura de Cuentas y cuyo informe se ha hecho público esta semana.

El exalcalde del PSOE, así como su socio de gobierno en el anterior mandato, el exconcejal Josep Portella, aseguran que «no se deben mezclar unas deficiencias administrativas con chanchullos», y reclaman a Sugrañes que «como alcaldesa, no se esconda detrás de Antoni Camps, porque sabe que no ha habido ni amiguismo ni impunidad», en alusión a las críticas vertidas por los 'populares'.

Morlà critica que el PP haya tardado tres años en remitir la documentación de estos expedientes y que «ahora, a cinco semanas de las elecciones» surja este informe, del que no se ha tratado en ningún órgano municipal, como la comisión de Hacienda o la junta de portavoces del Ayuntamiento. «Es lo primero que se tenía que haber hecho, darlo a conocer al Ayuntamiento», declaró Morlà, dolido por la actitud del equipo de gobierno, «como compañeros en la Corporación esperábamos mejor trato de la alcaldesa».

Sobre las obras, Morlà explicó que los dos contratos aprobados mediante reconocimientos extraordinarios de crédito -las obras del vestuario del campo de fútbol de Cala en Porter, y los pluviales de la carretera general-, eran actuaciones «complementarias y de urgencia, plenamente justificadas y sobre las que hubo liquidaciones de urgencia». El concejal del PSOE insiste en que la Sindicatura de Cuentas no cuestiona «ninguna decisión política».