Los cirujanos Luis de Pérdigo Bilbao, Alberto Gil Iriondo, Gaizka Errasti Olartecoetxea y Alejandro Fernández Alonso | C.J.

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Un equipo multidisciplinar de quince personas, con cuatro cirujanos en quirófano, llevó a cabo el pasado 30 de enero la primera operación de reducción de estómago que se realiza en Menorca. La intervención está disponible en la sanidad pública balear aunque se realiza en los hospitales de Son Espases o Son Llàtzer (Mallorca) y en este caso la paciente, una mujer joven que padecía obesidad mórbida, optó por operarse en la sanidad privada, en la Clínica Juaneda de Ciutadella.

Alberto Gil Iriondo, cirujano general del Hospital Mateu Orfila desde 2011 y responsable del programa para tratar la obsesidad mórbida de la «Juaneda», dirigió el equipo de cirujanos entre los cuales se hallaban «los maestros que me iniciaron en esta patología en el País Vasco», afirma, los doctores Gaizka Errasti y Luis de Pérdigo, ambos profesionales del Hospital Universitario Cruces de Bilbao, desde donde se desplazaron para la intervención en Menorca, que se finalizó con éxito.

El procedimiento fue «breve, no duró más de hora y media», y la recuperación de la paciente «es muy favorable, a los dos días estaba en casa», explicó ayer el doctor Gil. La joven se sometió a una reducción del 80 por ciento del estómago mediante una gastrectomía vertical, una de las diversas técnicas de cirugía bariátrica que se practican para combatir la obesidad mórbida y extrema.Ç

Dicha patología se debe a múltiples factores y como explica el doctor Gil Iriondo, «no es tan sencillo como decir que comer mucho produce obesidad». El cirujano resalta que la intervención realizada «no debería de ser un hecho aislado» y que los enfermos de obesidad mórbida deben saber que existen posibilidades de tratamiento tanto en el hospital de referencia en Mallorca como en Menorca. El seguimiento de estos pacientes es importante «antes, durante y después de la cirugía», que implica «una gran complejidad técnica pero también una correcta selección de los pacientes, para que se beneficien al máximo de su cirugía bariátrica». Tras la operación, llega para estas personas un cambio de vida y de hábitos de nutrición. Al efecto «mecánico» de la reducción del estómago se le suman cambios también endocrinos y bioquímicos, así que el seguimiento médico es muy importante. Curando la obesidas se evitan otras dolencias como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, infertilidad o problemas psicológicos graves.