Olivia Moll volverá a navegar con esta balsa | C.P.

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Tras la exitosa travesía que Olivia Moll Pinnell logró el pasado octubre, cubriendo con su bote hecho a base de materiales reciclados la distancia que separa las playas de Santandria y Sa Caleta, la joven menorquina ya ha planteado un nuevo reto. También a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer, esta vez se buscará la implicación de todo aquel que se anime a fabricar su propia canoa.

«Recycle for a good cause» es el proyecto que Olivia inició el año pasado, con el apoyo de su madre. Una iniciativa que tendrá continuidad el 5 de junio con una nueva travesía, en esta ocasión, de Sa Caleta a Santandria. Sin embargo, lo especial de este nuevo reto no será tanto la travesía de esta niña de 12 años, que ya lo hizo, sino de la implicación de la sociedad menorquina, a la que hace un llamamiento. Como explica Caroline Pinnell, «la idea es que pueda venir cualquiera, con su propia embarcación hecha con materiales reciclados y que flote».

Así, el reto es reunir a cuanta más gente mejor, en una jornada que ya se plantea como una cita «anual», y a la que se invita a sumarse también a empresas y patrocinadores. Los asistentes podrán hacer aportaciones voluntarias que se destinarán a la AECC.

Aunque todavía quedan muchos detalles por cerrar, desde la entidad en Ciutadella, Ángel Julián destaca que la iniciativa «no es tanto para recaudar, porque seguramente costará cubrir gastos, sino como homenaje a los enfermos de cáncer. Está abierta a todos los menorquines y esperamos que sea un día muy bonito», mantiene Julián, avanzando que se hará una paella para los participantes en la misma playa.

La travesía que hizo en octubre sirvió para recaudar mil euros

El presidente de la AECC en Ciutadella, Ángel Julián, recuerda que la iniciativa de Olivia Moll Pinnell sirvió para aportar mil euros a la entidad. En esa ocasión, esta joven construyó, con la ayuda de su madre, una embarcación de unos tres metros de eslora y uno de manga, a base de botellas y garrafas, trozos de cuerda y pedazos de flotador.

Entonces, Caroline Pinnell ya explicaba que su hija «desde bien pequeña ha demostrado ser una persona muy solidaria», y que la idea surgió para sacar provecho de las botellas de plástico que iban acumulando. Fue así como se dio forma a esta balsa, que pasó por un laborioso proceso de elaboración y varias modificaciones.